El VIH es un virus escurridizo. Integra sus propios genes en el ADN de su víctima, de modo que a pesar de antirretrovirales que tienen todo bajo control, el VIH se esconde en silencio dentro de las células de su víctima. Ahora los científicos han encontrado una manera de editar el virus directamente del genoma humano, una cura potencial, incluso para las infecciones latentes.
Imagínese si pudiéramos rastrear todas las células de un organismo que se desarrolla. El gran volumen de información acerca de cómo la vida se forma y trabaja sería de gran valor para la investigación científica. El único problema es la cantidad asombrosa de energía de cómputo que se necesitaría para obtener esos datos. Al menos, hasta ahora.