200 gramos de este nuevo material desarrollado por investigadores de la Universidad de California absorben tanto dióxido de carbono como el que es capaz de eliminar un árbol de la atmósfera a lo largo de un año.
Hay dos enfoques para combatir el calentamiento global producido por los gases de efecto invernadero, y necesitamos avances en ambos para cumplir con los objetivos climáticos de Naciones Unidas.
Uno es reducir las emisiones de carbono, apostando por la electrificación de todos los sectores y el desarrollo de nuevas fuentes de energía limpias y renovables. El otro es eliminar el CO2 que ya está en la atmósfera.
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley han estado desarrollando un material que captura dióxido de carbono del aire de una manera increíblemente eficiente.
A diferencia de otras tecnologías que funcionan mejor con altas concentraciones de CO2, el nuevo material, bautizado como COF-999, es efectivo incluso con las bajas concentraciones del aire ambiente.
COF-999 tiene una estructura cristalina porosa cuyos poros regulares aumentan la superficie de captura de CO2.
Los poros están revestidos de grupo amina (NH2), que se une químicamente al dióxido de carbono a medida que pasa a través del material.
El nuevo material es además reutilizable si se calienta a 60 grados Celsius, lo que libera el CO2 capturado.
El gas puede ser almacenado bajo tierra o reaprovechado para la producción de combustibles sintéticos, bebidas carbonatadas o cemento endurecido. El material soporta 100 ciclos de captura.
Los investigadores pasaron aire del exterior de Berkeley a través del material y vieron que eliminaba todo el CO2 del ambiente manteniéndose químicamente estable al cabo de varios ciclos de uso.
Solo 200 gramos de COF-999, concluyen los investigadores pueden absorber 20 kilogramos de CO2 en un año, equivalente a lo que un árbol promedio es capaz de capturar.
“No hay nada como esto en términos de rendimiento”, dice el químico Omar Yaghi, quien lideró el desarrollo.
“Es un nuevo avance en nuestros esfuerzos por abordar el problema climático”.
“Si queremos reducir la concentración de CO2 y volver a niveles de 300 o 400 partes por millón, tenemos que utilizar la captura directa del aire”, añade Zihui Zhou, estudiante de doctorado en Berkeley y autora principal del estudio.
La concentración actual de dióxido de carbono en la atmósfera es de 420 ppm, pero está proyectado que se dispare a 500-550 antes de que se implementen a gran escala tecnologías de captura de carbono.
Fuente: Nature
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