El Oculus Rift promete hacer el Holodeck de Star Trek una realidad, pero sólo en su cabeza. No se puede pasar toda su vida con una visera ridícula pegada a la cara, y por eso hay un enfoque alternativo para la holocubierta: proyectores para convertir una pequeña habitación sin gracia en todo un lugar virtual cambiante.
Los espacios de vida con realidad mixta, como el artista Bernardo Schorr los llama, usan paredes blancas insulsas para crear la ilusión de más espacio a través de imágenes proyectadas.
Imagínese lo barato de un apartamento de una habitación sin ventanas, pero con una serie de proyectores en el techo se pueden crear ventanas virtuales que dan a París, Nueva York y Londres, todo al mismo tiempo.
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Puede reflejar con precisión la hora del día y el clima, e incluso cambiar las cosas a medida que vuelva a organizar los muebles.
Cuando despliega un sofá cama, podría hacer que la habitación parezca más como un dormitorio. Pero cuando está plegado, se volvería una sala de estar con televisor.
Fuente: Gizmodo