Un equipo de investigadores de la Universidad de Princeton ha empezado a hacer algunas cosas muy extrañas con la luz. Están tratando de detenerla: congelarla en cristal.
No están haciendo brillar luz a través del cristal; más bien, están haciendo luz en cristal.
Es un proceso que implica la fijación de las partículas de luz conocidas como fotones en un solo lugar, la congelación de forma permanente en un solo lugar.
Nunca se ha hecho antes, y podría ayudar a desarrollar nuevos materiales exóticos con propiedades extrañas y maravillosas.
En primer lugar, se construyó una estructura hecha de materiales superconductores, que contenía 100 mil millones de átomos diseñados para actuar como un tipo de átomo artificial.
Luego, colocaron el átomo artificial cerca de un cable superconductor que contenía fotones.
Las reglas de la mecánica cuántica indican que los fotones en el alambre heredan entonces algunas de las propiedades del átomo.
Así, mientras que los fotones no suelen interactuar entre sí, en este caso, quedaron un poco vinculados, y comenzaron a interactuar unos con otros, un poco como las partículas.
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Se utilizó esta mezcla de fotones y el átomo para diseñar artificialmente fuertes interacciones entre los fotones.
Estas interacciones conducen a un nuevo comportamiento colectivo para la luz.
Similar a las fases de la materia, como líquidos y los cristales.
El resultado: una especie de luz sólida, donde los fotones quedaron congelados en el espacio.
Los dispositivos y los cristales son actualmente muy pequeños.
Pero la esperanza es que el sistema crezca, y con el tiempo los investigadores serán capaces de hacer otros materiales interesantes, como superfluidos y aislantes, todos de luz.
Fuente: Gizmodo