Un nuevo estudio en ratones sugiere que en las etapas preclínicas de un tumor humano, mucho antes de que el tumor sea clínicamente reconocible, unas células inmunitarias pueden reconocer cambios que hacen que ciertas células se comporten como células cancerosas, e intentan lanzar un ataque inmunitario contra ellas.
Sin embargo, las células T que reconocen estas mutaciones “iniciadoras” en el tumor son desactivadas rápidamente por el proceso canceroso y quedan silenciadas de forma permanente.
Al evitar que estas células sean funcionales, el naciente tumor queda protegido ante un ataque inmunitario.
Si se consiguiera encontrar una forma de revertir ese silenciamiento, las células T que reconocen el tumor podrían entrar en acción, mejorando seguramente la eficacia de inmunoterapias anticáncer.
La investigación la ha realizado el equipo de Phil Greenberg, del Centro Fred Hutchinson de Investigación Oncológica, en Seattle, Washington, Estados Unidos; y Andrea Schietinger, ahora en el Centro Oncológico Sloan-Kettering (MSKCC, Memorial Sloan¬-Kettering Cancer Center) en Nueva York, Estados Unidos.
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Greenberg y sus colaboradores están ahora ideando nuevas estrategias basadas en sus hallazgos.
Una de ellas se centra en identificar las moléculas que dejan disfuncionales a las células T que reconocen los tumores, con el objetivo final de sabotear estas moléculas y permitirles a las células T volver a la acción.
Otra estrategia consiste en modificar células T en el laboratorio para que reconozcan las mutaciones delatadoras de la gestación del cáncer pero al mismo tiempo no sean desactivables por los tumores.
Fuente: Noticias de la Ciencia