Es una manera de producir energía segura de una fuente normalmente peligrosa como son los residuos nucleares.

Los desechos nucleares son normalmente un importante dolor de cabeza ambiental, pero pronto podrían ser una fuente de energía limpia.

Científicos han desarrollado un método para convertir esos residuos en pilas usando diamantes.

Si usted encapsula el material radiactivo de corto alcance en un diamante hecho por el hombre, puede generar una pequeña carga eléctrica, incluso mientras bloquea por completo la radiación dañina.

El equipo usó un isótopo de níquel para sus pruebas, pero en última instancia espera hacer esto usando el isótopo de carbono que usted encuentra en los bloques de grafito de las centrales nucleares.

Las baterías no generarían mucha energía, pero su longevidad sería dictada por la vida de la propia radiación.

Los investigadores estiman que una batería basada en carbono generaría el 50 por ciento de su potencia en 5.730 años.
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Lo más probable es que las baterías se utilizasen en aviones no tripulados de gran altura, marcapasos, naves espaciales y en cualquier otro lugar, donde la sustitución de la batería sea muy complicada o imposible.

Usted podría ver sondas interestelares que siguen funcionando mucho tiempo después de que pierden la energía solar, por ejemplo.

Cualquier implementación práctica probablemente esté muy lejos, y hay algunos problemas evidentes.

Costo es uno. El diamante es caro, por lo que podría no ser posible convertir grandes cantidades de residuos nucleares en baterías.

Eso asumiendo que la tecnología trabaja tan bien como está previsto.

Aún así, se hay esperanza de que las sobras de los reactores nucleares no sean solo una amenaza y, en realidad, podrían hacer algo bueno.

Fuente: Engadget

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