Investigadores han encontrado una forma de asociar células a teléfonos inteligentes.
El avance podría un día llevar a dispositivos de bolsillo que curan enfermedades.
Los wearables, los dispositivos de fitness y otros dispositivos médicos son extremadamente útiles para recopilar datos básicos de salud, pero la electrónica existente no es tan buena para comunicarse directamente con los sistemas biológicos de nuestros cuerpos.
El simple hecho es que hay una desconexión entre las células orgánicas que se comunican a través de hormonas o nutrientes, y dispositivos electrónicos que se comunican a través de electrones.
Según un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications, investigadores han ideado una manera de reprogramar las células bacterianas para reconocer las señales electrónicas.
El sistema podría un día permitir que nuestros teléfonos inteligentes u otros dispositivos se comuniquen directamente con las células del cuerpo.
La clave está en aprovechar las moléculas “redox”, que mueven los electrones en los sistemas biológicos a través de reacciones químicas.
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Mediante la modificación genética de las células bacterianas para responder a la molécula redox piocianina, el equipo podía controlar la síntesis de proteínas de las bacterias.
Y debido a que la proteína producida brilla con un verde fluorescente, el equipo pudo ver como cambiaban las células de encendido a apagado como un interruptor de luz.
En otro ejemplo, el equipo de investigación fue capaz de crear una bacteria que nadaría hacia adelante cuando “se encendía”, pero permanecería en un lugar cuando “se apagaba”.
Y en un tercer ejemplo, el equipo fue capaz de influir en el comportamiento colectivo de una colonia entera de células.
Los investigadores preveen dispositivos autónomos que podrían detectar y tratar enfermedades mediante la reprogramación de bacterias para producir compuestos útiles y “emitir nuevas instrucciones al sistema biológico”.
Fuente: Engadget