Los trasplantes de órganos suelen salvar vidas, pero siguen siendo una apuesta cuando su cuerpo puede rechazar el nuevo órgano después de la cirugía.
Investigadores de Yale han descubierto una solución inteligente para esto: evitan que su cuerpo note el órgano hasta que este se asiente.
Han desarrollado un sistema de administración de fármacos que utiliza nanopartículas para suministrar lentamente pequeños ARNs de interferencia (siRNA) que evita que los glóbulos blancos de su cuerpo ataquen al órgano como una presencia extraña.
En lugar de durar sólo días, el siRNA dura hasta 6 semanas.
Esto no necesariamente eliminará la respuesta de rechazo, pero debería ser mucho más fácil de controlar si ocurre y cuándo se inicia.
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Puede personalizar las nanopartículas para lograr un efecto específico, como el transporte de más droga. También es específico para el órgano que está dirigido, por lo que no debe haber daños inadvertidos.
El siguiente enfoque del equipo es la aplicación de su sistema de nanopartículas a los trasplantes de riñón, y va a pasar mucho tiempo antes de que este método sea útil en campo.
Sin embargo, si lo hace, podría reducir drásticamente los riesgos asociados a los trasplantes de órganos.
Fuente: Engadget