Unos científicos han desarrollado un nuevo método que utiliza estructuras microscópicas parecidas a lanzas o a astillas para el suministro dirigido de biomoléculas directamente a las células del paciente.
Estas estructuras guiadas magnéticamente podrían dar pie a terapias genéticas que sean más seguras, más rápidas y más económicas.
El avance es obra del equipo de Paul Weiss, del Centro Eli y Edythe Broad de Medicina Regenerativa e Investigación de Células Madre, una institución adscrita a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos.
La terapia genética, el proceso de añadir o reemplazar genes faltantes o defectuosos en células de pacientes, ha demostrado ser un tratamiento muy prometedor para una amplia gama de enfermedades, incluyendo la hemofilia, la distrofia muscular, las inmunodeficiencias y ciertos tipos de cáncer.
Los actuales métodos de terapia genética se basan en virus modificados, campos eléctricos externos o sustancias con efectos secundarios severos, para penetrar en las membranas celulares y suministrar genes directamente a las células de los pacientes.
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Cada uno de estos métodos tiene sus propios inconvenientes; pueden ser costosos, ineficientes o causar toxicidad y otros efectos indeseables para las células.
Para evitar estos problemas, el equipo de Weiss, incluyendo al Dr. Steven Jonas, diseñó nanolanzas (estructuras de tamaño nanométrico cuya forma recuerda a la de lanzas o astillas) cuya composición incluye silicio, níquel y oro.
Estas nanolanzas son biodegradables, se pueden producir en grandes cantidades de forma eficiente, y, debido a su tamaño diminuto (sus puntas son unas 5.000 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano) pueden suministrar información genética con un mínimo impacto sobre la viabilidad de la célula y su metabolismo.
Fuente: Noticias de la Ciencia