El MIT usa señales cerebrales y gestos para controlar robots

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La tecnología robótica tiene una gama asombrosa de aplicaciones, pero hacer que funcione adecuadamente puede ser un desafío, ya que requiere una programación específica basada en la forma en que los humanos se comunican con el lenguaje.

Pero ahora, investigadores del MIT han desarrollado una forma de controlar robots de forma más intuitiva, utilizando gestos con las manos y ondas cerebrales.

El equipo aprovechó el poder de las señales cerebrales llamadas “potenciales relacionados con errores” (ErrPs), que ocurren naturalmente cuando las personas notan un error.

El sistema monitorea la actividad cerebral de una persona que observa un trabajo robótico, y si ocurre un error ErrP, porque el robot ha cometido un error, el robot pausa su actividad para que el usuario pueda corregirlo.

Esto sucede a través de una interfaz que mide la actividad muscular: la persona hace gestos con la mano para seleccionar la opción correcta para el robot.

En una prueba, el equipo utilizó “Baxter”, un robot de Rethink Robotics, para mover un taladro eléctrico a uno de los tres objetivos posibles en el cuerpo de un avión simulado.

Con supervisión humana, Baxter pasó de elegir el objetivo correcto el 70 por ciento del tiempo a más del 97 por ciento del tiempo.
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Fundamentalmente, el sistema funciona con personas que nunca antes había visto, por lo que las organizaciones podrían implementarlo en entornos del mundo real sin necesidad de capacitarlo en nuevos usuarios.

El autor principal del proyecto, Joseph DelPreto, dijo que la invención es particularmente importante porque, a diferencia del manejo robótico tradicional, los usuarios no necesitan pensar de la manera prescrita.

“La máquina se adapta a ti, y no al revés”, dijo, y agregó que el sistema “hace que la comunicación con un robot sea más como comunicarse con otra persona”.

Ser capaz de controlar robots de esta manera abre nuevas posibilidades de cómo los humanos podrían administrar equipos de trabajadores de robots, pero a más largo plazo, podría ser útil para las personas mayores, o los trabajadores con trastornos del lenguaje o movilidad limitada.

“Nos gustaría alejarnos de un mundo donde la gente tiene que adaptarse a las limitaciones de las máquinas”, dijo la supervisora del proyecto, Daniela Rus.

“Enfoques como este demuestran que es muy posible desarrollar sistemas robóticos que son una extensión más natural e intuitiva de nosotros”.

Fuente: Engadget