Desde la lejana Nueva Escocia, Canadá, nos llega un curioso proyecto para enfrentarse al cambio climático desde dos puntos de vista muy diferenciados.
Por un lado está el tema del reciclaje de plásticos y la sostenibilidad y por otro está la lucha contra los huracanes, uno de los fenómenos metereológicos consecuencia del clima extremo.
Se trata de un prototipo de casas, de las que JD Composites ha decidido construir algunos ejemplos para ver cómo serían.
Su particularidad es que están fabricadas a partir de más de 600.000 botellas de plástico recicladas, fundidas y trituradas para formar las paredes de 15 centímetros de grosor.
A distancia pueden parecer casas de madera, pero bajo esa estructura se esconde un gran trabajo de reciclado y desarrollo sostenible que además según los creadores: “ofrece mejor aislamiento que los muros convencionales”.
El uso del plástico no es nuevo para construir casas, pero el uso de las botellas desechables es una solución ingeniosa para luchar contra el problema global que hay sobre los vertederos y el plástico.
JD Composites se ha aliado con Armacell, una empresa belga de reciclado para construir un núcleo de tereftalato de polietileno (más conocido por sus siglas en inglés, PET).
Una vez generado este material, se recrea el muro que compondrá las paredes de la casa.
Lo más interesante es que los muros, pese a ser ligeros, son bastante resistentes.
Según la certificación que la empresa explica haber pasado, estas casas están preparadas para resistir huracanes de categoría 5 y vientos de más de 520km/h.
Otra supuesta ventaja de estas casas es que el proceso de fabricación también se agilizaría.
Según la constructora, el primer día finalizaron las paredes y muros y el segundo día el tejado hecho del mismo material.
La clave es que no hay necesidad de aislar por separado, ni revestir ni clavar nada, los paneles están unidos químicamente lo que ayuda a fortalecer la estructura.
Estas casas “supondrán un ahorro de miles de dólares debido a la eficiencia energética de la vivienda”, explican los creadores.
Sin embargo, el costo de la casa es comparable al de una casa tradicional, unos 400.000 dólares según Gizmodo.
Por el momento se alquilarán las casas construidas, aunque esperan que “estas estructuras empiecen a expandirse por todo el planeta para poder aprovechar todo el plástico que se está tirando”.
Fuente: Xataca