La pandemia de COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, ha movido a numerosas entidades a cambiar o ampliar temporalmente su campo de acción para contribuir a la lucha contra la pandemia.
Ese es el caso de la NASA, la agencia espacial estadounidense.
Esta institución ya tiene experiencia en el desarrollo de tecnología aeroespacial que luego acaba encontrando aplicaciones médicas aquí en la Tierra.
Ahora, un equipo de ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California, ha desarrollado en solo 37 días un prototipo de respirador para pacientes de COVID-19 con problemas respiratorios.
El respirador es apto para fabricarse rápidamente en las cantidades necesarias y ahora ya está siendo probado para su uso en centros médicos.
El dispositivo, llamado VITAL (Ventilator Intervention Technology Accessible Locally), contribuirá a paliar la escasez de respiradores tradicionales que aqueja al país debido al súbito incremento de pacientes que los necesitan.
La NASA espera ahora la aprobación de la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el dispositivo a través de una autorización de uso de emergencia, un proceso de aprobación rápida desarrollado para situaciones de crisis que toma solo días en vez de años.
Los respiradores VITAL pueden construirse más deprisa que los respiradores tradicionales y su mantenimiento es más fácil.
Además, están compuestos de muchas menos piezas, bastantes de las cuales están actualmente disponibles para los fabricantes potenciales a través de las cadenas de suministro existentes.
Su diseño flexible significa que también pueden ser modificados para su uso en hospitales de campaña que se están estableciendo en centros de convenciones, hoteles y otros recintos amplios en Estados Unidos y otras naciones.
Como todos los respiradores, el VITAL requiere que los pacientes estén sedados y que se inserte un tubo de oxígeno en sus vías respiratorias para asegurar que puedan respirar.
El nuevo dispositivo no reemplazará a los actuales respiradores de hospital, que pueden durar años y que están construidos para tratar una gama más amplia de problemas médicos.
VITAL está pensado para durar de tres a cuatro meses y está diseñado específicamente para los pacientes de COVID-19.
Fuente: Noticias de la Ciencia