Google dispone de 14 grandes cables submarinos, con una longitud total de 112.000 kilómetros bajo el océano.
Es el mayor proveedor mundial de este tipo de infraestructura y además de proporcionar telecomunicaciones, también podrían servir para un uso muy distinto al previsto: predecir terremotos.
A través de un reciente experimento, Google ha mostrado que es posible aprovechar los cables submarinos de fibra óptica como sistema de alerta ante terremotos y tsunamis.
La compañía explica que mientras en el pasado se han utilizado técnicas de detección en un radio de 100 kilómetros, con su técnica han logrado detectar movimientos sísmicos a decenas de miles de kilómetros.
Para intentar predecir los terremotos, Google se basa en los pulsos de luz enviados a través de los cables.
Esta luz sufre alteraciones a medidas que viaja por el cable.
En el extremo receptor, se detectan los pulsos y las distorsiones se corrigen mediante el procesamiento de la señal digital.
Una de las características es el estado de polarización, que se ve afectado por las perturbaciones mecánicas a lo largo del cable.
Precisamente teniendo en cuenta este dato es como pueden detectar la actividad sísmica.
La idea no es nueva.
Ya en 2013 se observó que se podía utilizar esta técnica, pero no se continuó trabajando en esta dirección.
Hace dos años, un equipo de científicos publicó una investigación sobre detección de terremotos utilizando un láser ultra estable.
Era un experimento en distancias cortas y a una profundidad muy pequeña, de unos 200 metros.
Pero sirvió para que ingenieros de Google decidieran retomar el trabajo.
En octubre de 2019, Google comenzó a monitorizar el estado de polarización de sus cables submarinos.
La primera conclusión es que era un dato bastante estable, de manera equivalente al fondo del mar.
Pero el 28 de enero de 2020 detectaron un terremoto de 7.7 grados de magnitud en Jamaica.
A 1.500 kilómetros de su cable más cercano.
Lo interesante es que 5 minutos antes de que ocurriera, detectaron un pico en el estado de polarización.
Durante estos últimos meses, desde el equipo de Google han colaborado con Laboratorio Sismológico del Instituto de Tecnología de California y han podido observar varios terremotos de intensidad más baja; desde uno de magnitud 6.1 a 2.000 kilómetros de sus cables hasta un terremoto de magnitud 4.5 en Chile.
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Y es que con este trabajo, los ingenieros de Google junto al trabajo del Dr. Zhongwen Zhan han mostrado que pueden detectar tanto terremotos como cambios de presión en el océano, lo que ayuda a predecir tsunamis.
A finales de 2019, la Universidad de Berkeley publicaba un estudio similar, llegando a detectar un terremoto de magnitud de 3,4 grados en California, a unos 45 kilómetros de distancia.
Google explica que el trabajo de estos meses es solo una primera demostración.
La monitorización del estado de polarización parece ser una técnica efectiva, pero genera una enorme cantidad de datos.
Factores como la magnitud o la ubicación son complejos de analizar y por ello Google solicita tiempo.
Pero lo que parecía inviable hace años debido a su complejidad, la mejora en la infraestructura y el análisis de datos está permitiendo obtener resultados cada vez más concretos.
Fuente: Xataca