Art. Lebedev Studio es una empresa de diseño gráfico con sede en Rusia.
En él trabajan 358 personas, entre ellas un tal Nikolay Ironov, que por lo visto trabaja en remoto.
Ironov tiene su propio perfil y su portfolio de creaciones.
Lleva un año diseñando logos para cafés, bares, influencers, aplicaciones y demás compañías.
Según la empresa, todas las creaciones de Ironov fueron aprobadas por los clientes y “lanzadas a grandes audiencias“.
Un éxito a nivel personal para Ironov, sin duda, solo que Ironov no es una persona, sino una inteligencia artificial.
Se trata de un proyecto que el estudio ruso puso en marcha al año pasado y que, según explican, “analiza la información sobre las empresas, genera la esencia de un concepto y elabora un flujo sin fin de imágenes relacionadas“.
La red neuronal es capaz de compilar esquemas de color, componer y crear patrones y modelos 3D.
Tan confiados se muestran desde el estudio que aseguran que “Nikolay Ironov podría reemplazar a un humano en cada etapa de la creación de una identidad“.
Art. Lebedev Studio explica que una de las claves del éxito de Ironov, cuyos diseños pueden verse en tarros de heladerías o botellas de cerveza, por ejemplo, está en que Ironov es atrevido.
“Los diseñadores, incluso los más atrevidos y progresistas, a menudo se definen por el trabajo de sus compañeros, jurados de premios internacionales y sus propias experiencias“.
A la IA, sin embargo, esto no le importa, por lo que puede experimentar con formas, patrones y técnicas que un humano, a priori, quizá no consideraría.
De hecho, Sergey Kulinkovich, director del estudio, cuenta a The Next Web que los diseñadores, en el fondo, pueden sentirse limitados debido a la educación que reciben, ya que tienen cierta concepción de lo que debe ser “un buen diseño“.
Ironov, por su parte, tiene la libertad de hacer lo que quiera, lo que explica que algunos diseños puedan chocar o, directamente, no gustar.
No tiene prejuicios y eso permite al estudio “encontrar nuevas cosas en el diseño gráfico y crear obras que son realmente únicas“.
Los resultados de la IA son fruto de una “combinación única se varios sistemas de análisis de datos y generadores de imágenes“.
Aparentemente, la red es tan compleja que, “en algunos casos, los desarrolladores ni siquiera pueden saber cómo se logró determinado resultado“.
Es una tecnología que todavía se encuentra en fase de desarrollo y creen que podría tener aplicaciones más allá del diseño gráfico, como la arquitectura, la moda u otras industrias.
Tal y como explica el estudio a TNW, la inteligencia artificial fue entrenada con un dataset de SVGs dibujados a manos.
Posteriormente, el sistema analizaba la identidad de la empresa, como su nombre, el eslogan o la descripción de lo que hacen, y elegía una palabra para convertirla en imagen.
Finalmente, el diseño se simplificaba o se generaba con diferentes esquemas de color y fuentes, todo de forma automática.
Eso permitía al estudio darle a cliente diferentes alternativas entre las que elegir.
Si bien es cierto que una inteligencia artificial puede trabajar todo el día, no se enferma y no tiene bloqueos creativos, desde el estudio no creen que vaya a sustituir por completo a los humanos.
En su lugar, Kulinkovich cree que los diseñadores podrían pasar a ser directores de arte para que elijan la mejor creación de Ironov según el proyecto.
Fuente: Xataca