Se llama S4714 y orbita el agujero negro supermasivo Sagitario A * a 24.000 kilómetros por segundo; es decir, un 8% de la velocidad de la luz.
No está sola, es la alumna aventajada de una serie de estrellas que se han descubierto muy cerca del agujero y que suponen una oportunidad de oro para conocer mejor todo lo que rodea al enorme monstruo que habita el corazón de nuestra galaxia.
Durante años, se ha creído que S2, hasta hace poco considerada la “estrella más cercana a Sgr A*”, era la más rápida.
Hace unos meses, un equipo de la Universidad de Colonia encontró una estrella aún más cercana, la S62.
Con una órbita de 9,9 años y un periapso de 2.400 millones de kilómetros, menos que el promedio entre Urano y el Sol, parecía una candidata fuerte a arrebatarle el podio a la S2.
Al fin y al cabo, frente a S2 (a un 3% de la velocidad de la luz), S62 alcanzaba el 6.7%.
Sin embargo, la S4714 le ha adelantado por la derecha.
Y lo hace, básicamente, porque su órbita es extremadamente excéntrica.
Casi tanto como es físicamente posible, de hecho.
Eso le permite recorre el centro de la Galaxia a unas velocidades de infarto.
En mayo de este año 2020, el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo del Sur (ESO) conseguía demostrar que las estrellas que orbitan Sgr A* se mueven tal y como lo predecía la teoría general de la relatividad: como un rosetón y no como una elipse estable.
Es solo una muestra de cómo algo tan aparentemente poco práctico como las “carreras de estrellas” en la Vía Láctea pueden ayudarnos a mejorar nuestra comprensión del Universo.
Algo que, desde hace más de 100 años casi siempre significa una sola cosa: que Einstein tenía razón.
Fuentes: Xataca, Universe Today