Sony tiene una nueva cámara insignia. La compañía japonesa acaba de presentar la Alpha 1, una sin espejo equipada con un sensor de fotograma completo que tiene una resolución efectiva de 50,1 megapixeles.
Este modelo llega para reforzar la presencia de esta marca en el mercado profesional, y convivirá con el nutrido porfolio de objetivos con montura de tipo E.
Hasta aquí parece una cámara más para profesionales y entusiastas de la fotografía, pero si nos fijamos en sus especificaciones comprobaremos que los ingenieros de Sony han puesto toda la carne en el asador para conseguir que esta Alpha 1 pueda competir de tú a tú con los modelos insignia de marcas como Canon o Nikon.
El corazón de esta cámara sin espejo con objetivos intercambiables es un sensor Exmor RS CMOS Full Frame con un tamaño de 35,9 x 24 mm y una resolución efectiva de 50,1 megapixeles.
Para resolver el enfoque automático los ingenieros de Sony han recurrido a una solución híbrida por detección de fase y detección de contraste que, según esta marca, rinde sensiblemente mejor en escenarios de disparo comprometidos que el enfoque de las cámaras más avanzadas que tiene actualmente en las tiendas.
El procesador de imagen que trabaja codo con codo con el captador es un chip BIONZ XR que, según Sony, es ocho veces más potente que el procesador incorporado en el anterior modelo insignia de esta marca.
Este chip tiene un rol crucial en la grabación de video a 4K y 8K.
Otro componente de esta cámara en el que merece la pena que nos detengamos es su visor, un dispositivo electrónico equipado con una pantalla OLED de 0,64″ que tiene una resolución de 9,4 millones de puntos.
Sobre el papel pinta bien, pero lo que realmente lo hace interesante es que es capaz de trabajar a una frecuencia de refresco de 240 FPS, una velocidad de actualización que debería minimizar con eficacia la latencia.
La pantalla LCD recurre a una matriz TFT de 3 pulgadas con una resolución de 1 440 000 puntos, y es extraíble y nos permite ajustar su inclinación.
En lo que se refiere a la estabilización de imagen el sensor incorpora un mecanismo que permite desplazarlo en 5 ejes, una solución habitual desde hace varios años en las cámaras de gama alta de Sony que poco a poco se ha ido refinando.
Uno de los puntos más fuertes de esta cámara es su capacidad de grabación de video.
Y es que puede grabar secuencias de video 8K a 30 FPS con codificación del color 4:2:0 a 10 bits en formato XAVC HS.
O, si lo preferimos, puede grabar a 4K, 120 FPS 4:2:2 y 10 bits.
Estas capacidades de grabación de video solo son posibles si la cámara cuenta con un procesador de imagen capaz de asumir semejante carga de trabajo.
Sony ha confirmado que esta nueva cámara sin espejo con sensor de formato completo llegará a las tiendas durante el próximo mes de marzo con un precio de US$6.500.
Es evidente que es un modelo con una vocación profesional muy clara.
Fuentes: Xataca, Hipertextual, Engadget