Algún día, los robots cirujanos podrían tener una manera fácil de reparar lesiones internas con un impacto mínimo.
Investigadores del MIT han desarrollado un parche médico biodegradable “inspirado en el origami“ que se puede doblar alrededor de las herramientas quirúrgicas mínimamente invasivas de un robot para sellar un daño interno.
Si bien los parches bioadhesivos ya se utilizan para este tipo de cirugía, pueden crear sellos defectuosos e incluso causar su propio daño, como inflamación y tejido cicatricial.
El diseño del MIT resuelve estos problemas mediante un parche de tres capas con un adhesivo a base de hidrogel, un material recubierto de aceite de silicona para evitar que se pegue accidentalmente y una capa exterior de elastómero cuya naturaleza zwiteriónica (es decir, una cadena molecular con iones positivos y negativos) protege el parche contra las bacterias.
El resultado es una cinta que envuelve fácilmente las herramientas robóticas mientras se adhiere fuertemente al tejido, incluso después de haber estado sumergido en líquido durante largos períodos.
Un parche de prueba también evitó la contaminación incluso después de un mes.
Es posible que un robot solo necesite aplicar una ligera presión o inflar un globo para aplicar un parche.
Cualquier aplicación práctica puede tardar bastante.
Sin embargo, los científicos imaginan empresas que vendan parches pre-plegados que se deslizarían sobre las herramientas existentes.
Esperan colaborar con los desarrolladores de plataformas de cirugía robótica.
Si eso sucede, se podría ver un mayor uso de robots y bioadhesivos en el mundo médico, sin mencionar recuperaciones más suaves de algunos procedimientos.
Fuente: Engadget