En octubre de 2020 Toyota nos presentó por primera vez su robot mayordomo.
Uno peculiar por su forma de moverse por la casa: colgado del techo.
Ahora la compañía lo ha mejorado y ya sabe algo aparentemente tan sencillo como limpiar superficies brillantes o agarrar objetos blandos como peluches.
Sencillo para el humano aunque relativamente complejo para los robots.
El Instituto de Investigación Toyota (TRI) ha revelado las nuevas capacidades robóticas para resolver tareas complejas en un entorno doméstico.
Dicen que han conseguido entrenar a los robots para entender y operar en situaciones complicadas que confundirían a los robots tradicionales.
Una de esas situaciones complicadas son las superficies brillantes o reflejantes.
Los robots generalmente no entienden una superficie brillante sino que capturan con sus cámaras en cierto modo la imagen que se refleja y su supuesta profundidad.
El robot de Toyota ya es consciente de ello y ahora, entre otras cosas, puede limpiar una mesa de mármol brillante.
Esto se extiende también a objetos transparentes.
Los objetos transparentes son como ilusiones ópticas para los robots, que no siempre consiguen entender cómo y dónde está el objeto transparente concretamente.
Toyota con su tecnología ha conseguido solucionar esto también para que el robot no tenga problemas a la hora de agarrar un vaso de la mesa.
Finalmente, el robot también ha aprendido a agarrar objetos que son suaves o blandos.
El ejemplo perfecto es un peluche.
Para esto el robot ahora tiene mejores sensores de sensibilidad en sus pinzas.
El resultado es poder agarrar un peluche sin estrangularlo de tanto apretar.
Más cerca de ser el mayordomo perfecto.
Si bien admiten que no es un sistema perfecto, dicen que las nuevas capacidades del robot ayudarán enormemente en las tareas diarias del hogar en un futuro próximo.
Fuente: Xataca