Los esquiadores, excursionistas, soldados y otras personas expuestas a temperaturas extremadamente frías pueden experimentar congelación, una lesión dolorosa que ocurre cuando se forman cristales de hielo en la piel.
Muchas áreas extremadamente frías también son remotas, y los retrasos en el tratamiento de la congelación pueden provocar heridas graves, cicatrices e incluso la amputación de extremidades.
Ahora, investigadores han desarrollado una crema que previene las lesiones por congelación en ratones cuando se aplica en la piel 15 minutos antes de una exposición severa al frío.
La congelación no solo mata las células de la piel, sino que también puede dañar los tejidos más profundos, como los músculos y los huesos, lo que a veces causa infecciones secundarias y daños permanentes en los nervios.
Las terapias comunes, como el recalentamiento rápido de la extremidad afectada, tienen como objetivo revertir la congelación del tejido, pero en el momento del tratamiento, muchas células ya han muerto.
Recientemente, los científicos han desarrollado estrategias de prevención de congelación, como calentadores eléctricos cosidos a la ropa o proteínas anticongelantes transgénicas, pero tales enfoques suelen ser costosos, poco prácticos o tienen problemas de seguridad.
Por lo tanto, Munia Ganguli y sus colegas querían probar las propiedades de prevención de congelación de una combinación de moléculas sintéticas comúnmente utilizadas en los laboratorios para criopreservar células.
El dimetilsulfóxido (DMSO) evita que se formen cristales de hielo dentro de las células, mientras que el alcohol polivinílico (PVA) evita que se formen cristales de hielo en los espacios entre las células, lo que puede dañar las membranas.
Los investigadores primero probaron la capacidad de diferentes cantidades de DMSO y PVA, solos o en combinación, para prevenir la muerte de células cultivadas en un plato que se expuso a una temperatura de congelación.
Descubrieron que el DMSO al 2 % combinado con 1,6 mg/mL de PVA producía la mayor supervivencia celular (alrededor del 80 %), al tiempo que protegía la membrana celular y el citoesqueleto.
Esta combinación, que los investigadores llamaron SynAFP, también permitió que las células se dividieran y expresaran proteínas con más normalidad después del estrés por frío.
Luego, el equipo mezcló SynAFP con una crema comercial de aloe vera y la aplicó a la piel de los ratones 15 minutos antes de un desafío con frío.
La crema redujo el tamaño de la herida por congelación, el daño y la inflamación de los tejidos, y aceleró la cicatrización, en comparación con ningún tratamiento.
La crema no evitó la congelación cuando se aplicó 30 minutos o más antes del desafío con frío; sin embargo, múltiples aplicaciones no dañaron la piel.
Los efectos de la crema anticongelante en las personas y la frecuencia con la que debe volver a aplicarse aún deben determinarse, dicen los investigadores.
Fuente: ACS