La NASA ha presentado una página web en la que podemos experimentar cómo sonaría nuestra voz en Marte.
Lo han hecho a partir de los datos sobre velocidad del sonido marciana recogidos por el rover Perseverance.
Recientemente se presentaron en la 53ª Conferencia de ciencia lunar y planetaria del Laboratorio Nacional de Los Álamos los resultados de un estudio dirigido a calcular la velocidad del sonido en Marte.
Se llegó a conclusiones como que, en realidad, mantener una conversación allí sería complicado, básicamente porque las frecuencias agudas llegarían hasta nosotros antes que las graves.
Pero la mejor forma de ponerse en situación es saber cómo sonaría nuestra voz en el planeta rojo.
En la página web no solo podemos ver cómo sonaría una grabación de nuestra voz en Marte.
También es posible escuchar el trino de los pájaros, las olas del océano, el vuelo del helicóptero Ingenuity y hasta el Claro de Luna al piano de Claude Debussy.
Según han explicado los autores del estudio en un comunicado, obtener los datos para este experimento fue complicado.
Y es que, más allá del viento, Marte es un planeta bastante silencioso.
Por eso, para mostrar los resultados han recurrido también a sonidos procedentes de la Tierra, pero no sin olvidar lo poco que se puede llegar a escuchar allí.
Desde luego, si hay algo claro en todo esto, es que el planeta rojo está totalmente libre de contaminación acústica.
En la investigación previa llevada a cabo por estos científicos llegaron a varias conclusiones.
Para empezar, hay cambios muy bruscos a diferentes alturas.
Se sabe que la velocidad del sonido depende de factores como el medio por el que se propaga y la temperatura.
Por ejemplo, se suele decir que la velocidad del sonido en la Tierra es de 343 m/s.
No obstante, esa es una cifra para la combinación de gases de nuestra atmósfera, a 20ºC. Si nos centramos en el agua a 25ºC, es de 1.593 m/s.
Marte presenta el inconveniente de que su propia atmósfera experimenta cambios de temperatura muy bruscos a distintas alturas.
Por lo tanto, la velocidad del sonido será muy diferente dependiendo de a qué altura se mide.
Además, contiene dióxido de carbono a baja presión, que tiene unos efectos acústicos curiosos.
El más relevante es que, por encima de 240 hertzios de frecuencia, los sonidos viajan 10 metros por segundo más deprisa.
Por lo tanto, los sonidos agudos llegan hasta nosotros más rápido que los graves.
Finalmente, los autores de la investigación señalan al tema de la presión sonora o, más coloquialmente, el volumen.
De media, los sonidos procedentes de una misma fuente son 20 decibelios más bajos en Marte que en la Tierra.
Es algo que se ve a la perfección en las grabaciones publicadas en la web del proyecto Perseverance de la NASA.
Y es en esa misma web en la que podemos ver el sonido marciano de nuestra voz.
Solo hay que seleccionar la pestaña indicada para ello en la página principal y, una vez dentro, dejar presionado el micrófono mientras hacemos una grabación de un máximo de 10 segundos.
Al salir de la página se borra la grabación, pero podemos descargarla en formato WAV o MP3.
Fuente: NASA