Hace mucho que la industria relojera suiza vio cómo los relojes inteligentes tomaban el control.
La debacle se comenzó a notar en 2015, pero eso no significa que los relojes mecánicos, o los digitales, de toda la vida no se sigan fabricando y apreciando como objetos muy especiales.
Lo demuestra la última creación de la prestigiosa firma Richard Mille, que en colaboración con Ferrari ha creado un reloj mecánico espectacular en varios apartados.
El reloj más fino del mundo.
Es lo que aseguran los creadores del llamado Richard Mille RM UP-01 Ferrari, una pieza que tiene un grosor de tan solo 1,75 mm.
Hace pocos meses el Bulgari Octo Finissimo Ultra presumía de lo mismo pero su grosor era de 1,80 mm.
Antes, en 2018, el Piaget Altiplano Ultimate Concept logró reducir el grosor a 2 milímetros. Una curiosa batalla.
Hace años que el tenista Rafael Nadal usa un reloj de Richard Mille durante sus partidos.
Esa asociación comenzó en 2008 cuando Nadal aceptó usar el Tourbillon RM 027, diseñado para resistir golpes y que solo pesaba 20 gramos.
Desde entonces ha ido utilizando variaciones diversas como el RM 27-04 de 2020 que costaba casi un millón de euros.
En la última edición del torneo parisino ha usado el RM 35-03 Automático Rafael Nadal, que estrena un nuevo mecanismo de cuerda llamado “rotor mariposa”.
Es mucho más grueso que nuestro protagonista, eso sí: 13,1 mm.
Su precio ronda los 187.000 euros.
El fabricante ha tenido que acudir a un nuevo diseño para su calibre o movimiento, el “esqueleto” del reloj.
En ese desarrollo ha tenido mucho que ver el titanio de grado 5 y un nuevo mecanismo de escape del que se han eliminado un par de piezas tradicionales con éxito.
Este es el sistema que regula la escala de tiempo, que puede ser un péndulo en relojes de pared o un volante regulador en los de pulsera.
La caja es una especie de rectángulo con dos de sus lados curvos, pero en ella las funciones mostradas son básicas: horas, minutos, segundos y selección de función.
La esfera de la hora es por ejemplo de tamaño reducido, y la mayoría de esa pantalla es un marco de titanio que rodea a esas funciones.
El reloj, por cierto, es sumergible hasta 10 metros de profundidad.
Este prodigio será no obstante un reloj con una producción de tan solo 150 unidades, pero es que además el precio de cada una de ellas es astronómico y asciende a 1,86 millones de euros.
Fuente: Richard Mille