Investigadores han creado un verdadero robot humanoide que cambia de forma, o en su lenguaje, capaz de licuarse y luego reformarse nuevamente.
En otras palabras, el bot liliputiense se parece mucho a un prototipo del T-1000 en “Terminator 2” de 1991.
Los investigadores querían cerrar la brecha entre los robots tradicionales de cuerpo duro y los robots “blandos“, generalmente hechos de materiales más maleables pero, en consecuencia, más débiles.
Inspirándose en los pepinos de mar blandos, vieron el cambio entre estados como el mejor camino a seguir.
En la demostración un robot con forma de minifigura LEGO se derrite a través de diminutos barrotes de prisión, un claro homenaje a una de las escenas más icónicas de Robert Patrick en la epopeya de acción de Cameron.
Para lograr esto, el equipo creó una forma novedosa de material de cambio de fase a base de galio llamado “materia de transición de fase sólido-líquido magnetoactiva” (MPTM).
Mientras que otros materiales de cambio de fase requieren una fuente de calor externa como pistolas de calor y corrientes eléctricas, el MPTM solo necesita ser inducido por un campo magnético antes de calentarse, gracias a las partículas magnéticas incrustadas en el galio.
Estos, combinados con el bajo punto de fusión del metal de poco menos de 30 grados centígrados, facilitan que un robot hecho de este material se licue con relativa rapidez.
“Las partículas magnéticas aquí tienen dos funciones“, explicó la autora principal Carmel Majidi, ingeniera de la Universidad Carnegie Mellon, en un comunicado de prensa.
“Una es que hacen que el material responda a un campo magnético alterno, por lo que puede, a través de la inducción, calentar el material y provocar el cambio de fase.
Pero las partículas magnéticas también dan a los robots movilidad y la capacidad de moverse en respuesta a la campo magnético.“
Los investigadores creen que MPTM podría tener aplicaciones útiles, aunque muy específicas, en desafíos médicos y de ingeniería.
Además de la demostración “T2”, el equipo también usó su bot, esta vez tomando la forma más práctica de un bloque delgado, para extraer un objeto extraño de un estómago humano modelo derritiéndolo y luego saliendo del órgano.
“El trabajo futuro debería explorar más a fondo cómo estos robots podrían usarse dentro de un contexto biomédico“, dijo Majidi.
“Lo que estamos mostrando son solo pruebas de concepto, pero se requerirán muchos más estudios para profundizar en cómo esto podría usarse realmente para la administración de medicamentos o para eliminar objetos extraños“.
Fuente: Cell