Se nos puede antojar que esta extraña estructura es parte del esqueleto de una criatura alienígena.
No lo es, pero sí está pensada para usarse fuera de nuestro mundo, ya que se trata de un componente de nave espacial.
La estructura, además, no ha sido diseñada por seres humanos.
El diseño es obra de un sistema de inteligencia artificial.
Contemplando esta rara pieza, se atisba en ella una lógica funcional pero también la ausencia total de rasgos estéticos que casi siempre están presentes de un modo u otro en todo aquello que construye el ser humano.
La obra de una entidad inteligente no humana ciertamente no tiene por qué parecer hecha por humanos.
Este singular trabajo de diseño fue encargado al sistema de inteligencia artificial y supervisado por el ingeniero Ryan McClelland del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA quien ha descrito el proceso como “diseño evolucionado”.
Se le indican al sistema los requisitos que debe tener la pieza así como las limitaciones, y en un par de horas puede tener listo un diseño optimizado y revolucionario, que a menudo se caracteriza por un importante ahorro de peso, algo muy valioso en el campo de la astronáutica.
Fuente: Noticias de la Ciencia