Han creado prototipos reales y funcionales para drones que usan partes de pájaros muertos para verse y volar como uno verdadero en el cielo.
Los investigadores que diseñaron los drones con forma de pájaro prevén que algún día podrían usarse para obtener una mirada “perfecta y natural” de la vida silvestre… o ser utilizados por un ejército para espiar a las personas sin que se den cuenta.
“En lugar de usar materiales artificiales para construir drones, podemos usar pájaros muertos y rediseñarlos como un dron“, dijo el autor principal Mostafa Hassanalian, profesor asistente de ingeniería mecánica en New Mexico Tech.
Hasta ahora, los drones de aves son capaces de planear sin aletear y flotar como un colibrí.
Eso es gracias al uso de partes de aves disecadas de palomas, faisanes, colibríes y cuervos, que incluyen una cabeza real, plumas y, lo que es más importante, las alas, que permiten a los investigadores emular con mayor precisión los movimientos de un ave que revolotea, aunque señalan que crear un dron de esta manera es “difícil“.
Sin embargo, por el lado positivo, es mejor que diseñar un ala mecánica tradicional que se supone que aletea como un ornitóptero.
“Esto elimina la necesidad de diseñar y fabricar un ala, [que] es notablemente difícil ya que las alas son difíciles de modelar y dimensionar correctamente”, dijo el experto en robótica aérea Rapheael Zufferey del Instituto Federal Suizo de Tecnología, que no participó en la investigación.
Sin embargo, se necesitarán algunos retoques más antes de que estas aves falsas realmente despeguen.
Por un lado, no son tan ágiles ni eficientes como un ave real, y los investigadores notan que las alas aún necesitan una mejor articulación para ser más flexibles en general.
Y si van a ser utilizados para espiarnos, es posible que también deban ser un poco más silenciosos.
“A veces no quieres que la gente descubra que se trata de un dron“, dijo Hassanalian.
Un poco de insonorización adicional podría ser de gran ayuda, pero el documento también sugiere cambiar los engranajes rectos por engranajes helicoidales para ayudar a reducir el ruido.
Fuente: New Scientist