Un equipo de la Universidad Técnica de Munich ha desarrollado una técnica para inducir células madre a emular el desarrollo del corazón humano, lo que ha llevado a la creación de un “mini-corazón” conocido como organoide.
Este avance podría proporcionar un medio para estudiar las primeras fases del desarrollo del corazón y facilitar la investigación de enfermedades cardíacas.
El corazón humano comienza a formarse aproximadamente tres semanas después de la concepción, lo que dificulta su estudio.
Además, los hallazgos de los estudios en animales no son totalmente transferibles a los humanos.
Los organoides desarrollados en TUM podrían resultar útiles para los investigadores, ya que se pueden utilizar para estudiar las primeras fases del desarrollo del corazón humano.
El equipo liderado por la profesora Alessandra Moretti ha desarrollado una técnica para producir organoides utilizando células madre pluripotentes.
Los organoides resultantes tienen aproximadamente medio milímetro de diámetro y son capaces de contraerse como las cámaras del corazón humano.
Además, son los primeros investigadores en crear un organoide que contiene tanto células del músculo cardíaco como células de la capa externa de la pared del corazón.
Además de la creación de los organoides, el equipo ha hecho nuevos descubrimientos sobre la formación del corazón.
Han determinado que las células precursoras de un tipo descubierto recientemente en ratones se forman alrededor del séptimo día del desarrollo del organoide.
Estos conocimientos también pueden ofrecer pistas sobre por qué el corazón fetal puede repararse a sí mismo y ayudar a encontrar nuevos métodos de tratamiento para enfermedades cardíacas.
La técnica de creación de organoides también tiene implicaciones en el desarrollo de nuevos fármacos, ya que los organoides podrían usarse para probar fármacos directamente.
Los investigadores han registrado una patente internacional para el proceso de creación de organoides de corazón.
En resumen, este avance en la tecnología de organoides podría revolucionar la investigación en enfermedades cardíacas y llevar a nuevos tratamientos y curas en el futuro.
Fuente: TUM