Investigadores chinos han creado cepas de bacterias probióticas que producen una enzima destinada a ayudar al cuerpo a descomponer el alcohol más rápido.
Los ratones alimentados con alcohol que recibieron el probiótico de antemano experimentaron menos embriaguez y se recuperaron más rápido.
El hígado descompone el alcohol en subproductos menos tóxicos utilizando enzimas llamadas alcohol deshidrogenasas (ADH), y se ha encontrado que la variante ADH1B es especialmente potente para descomponer el alcohol.
Desafortunadamente, este gen no es común en la mayoría de las poblaciones, lo que ha llevado a los científicos a buscar otras alternativas.
En lugar de utilizar la terapia génica en humanos, los investigadores optaron por una estrategia diferente. Diseñaron genéticamente una versión de Lactococcus lactis, una bacteria utilizada para crear productos lácteos como el queso y también se toma comúnmente como probiótico.
Su versión estaba empaquetada con la misma versión del gen ADH en humanos que produce la potente variante ADH1B.
Los ratones alimentados con el probiótico aproximadamente una hora antes de beber alcohol absorbieron menos alcohol en el torrente sanguíneo, experimentaron menos síntomas agudos de embriaguez y volvieron a su estado normal más rápido.
Además, sus hígados parecían estar menos dañados de lo normal.
Si bien estos resultados son intrigantes, se necesitará más investigación para ver si esto se puede ampliar a los humanos.
Sin embargo, este probiótico especialmente hecho podría tener un uso prometedor no solo como prevención de la resaca a corto plazo, sino también para ayudar a personas con ciertas afecciones hepáticas, incluidas las causadas por el consumo crónico de alcohol.
En definitiva, este estudio no solo proporciona nuevas estrategias para el tratamiento y la prevención de los efectos negativos del alcohol, sino que también allana el camino para una posible aplicación generalizada en el futuro.
Fuente: ASM