El exingeniero de la NASA convertido en YouTuber Mark Rober creó una pelota impresa en 3D que es casi imposible de golpear, o al menos con métodos convencionales.
El secreto es una bala de latón que se libera en el aire, lo que hace que la trayectoria sea imposible de predecir.
Los hemisferios de la bola Wiffle impresos en 3D encapsulan un mecanismo de temporizador de cocina simple que libera una bala de latón con resorte después de un retraso de 1,5 segundos.
Desafortunadamente, esa pelota solo duró unos pocos bateadores antes de que se arruinara el truco, pero Rober tenía algunas otras cosas bajo la manga.
Iban desde una bola que se partió por la mitad después de 1,5 segundos, un dron Wiffle-copter, una máquina de lanzamiento de bolas de triple volante que rápidamente se quedó sin energía y una base móvil de 50 MPH.
Fuente: YouTube