RoboChem no es un robot humanoide que manipula las sustancias y los instrumentos de un laboratorio como lo haría un químico humano; el cuerpo de RoboChem es el propio laboratorio, y su mente es una inteligencia artificial que lo dota de plena autonomía y de la capacidad de tomar sus propias decisiones.
A RoboChem lo ha creado y probado un equipo integrado, entre otros, por Timothy Noël y Aidan Slattery, ambos de la Universidad de Ámsterdam (UvA) en los Países Bajos.
En las pruebas realizadas hasta ahora, se ha constatado que RoboChem puede superar a un químico humano en términos de velocidad, precisión e ingenio.
Al ser el primero de su tipo, podría acelerar significativamente el descubrimiento de sustancias para la industria farmacéutica y para muchas otras aplicaciones.
RoboChem es un químico preciso y fiable que puede ejecutar una amplia gama de reacciones químicas produciendo cantidades mínimas de residuos.
Trabajando de forma autónoma las 24 horas del día, el sistema ofrece resultados de forma rápida e incansable.
“En una semana podemos optimizar la síntesis de entre diez y veinte moléculas. A un estudiante de doctorado le llevaría varios meses“, explica Noël.
El robot no solo ofrece las mejores condiciones de reacción, sino que también proporciona los ajustes para la elaboración de grandes cantidades de la sustancia final.
Esto significa que puede producir cantidades relevantes para los proveedores de la industria farmacéutica, por ejemplo.
Noël afirma que RoboChem le ha impresionado por su gran ingenio:
“Llevo más de una década trabajando en fotocatálisis.
Aun así, RoboChem ha mostrado resultados que yo no habría sido capaz de predecir.
Por ejemplo, ha identificado reacciones que requieren muy poca luz.
A veces tenía que pararme a pensar detenidamente para entender lo que RoboChem había hecho.
Entonces te preguntas: ¿lo habríamos hecho nosotros igual?
En retrospectiva, ves la lógica de RoboChem. Pero dudo que nosotros hubiéramos obtenido los mismos resultados. O no tan rápido, al menos”.
Los investigadores también utilizaron RoboChem para replicar estudios anteriores publicados en revistas académicas seleccionados al azar.
A continuación comprobaron si RoboChem producía los mismos resultados o si eran mejores que los logrados por los humanos que realizaron originalmente tales investigaciones.
En aproximadamente el 80% de los casos, RoboChem produjo mejores resultados.
En el 20% restante, los resultados fueron similares.
Fuente: Science