Un equipo de científicos del Reino Unido dice haber descubierto un material poroso que tiene el potencial de almacenar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en una posible nueva herramienta en el arsenal para luchar contra el cambio climático.
Los científicos detallaron cómo utilizaron modelos computacionales para desarrollar este material, argumentando que ciertas características de la estructura podrían convertirla en un excelente almacenamiento de dióxido de carbono y hexafluoruro de azufre, otro poderoso gas de efecto invernadero.
“Este es un descubrimiento emocionante porque necesitamos nuevos materiales porosos para ayudar a resolver los mayores desafíos de la sociedad“, dijo en un comunicado sobre la investigación el profesor de ingeniería Marc Little de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo.
El nuevo material, que actúa como una jaula formada por moléculas más pequeñas, es una supermolécula orgánica formada por oxígeno, nitrógeno y flúor.
“Plantar árboles es una forma muy eficaz de absorber carbono, pero es muy lento”, afirma Little.
“Por lo tanto, necesitamos una intervención humana, como moléculas creadas por el hombre, para capturar los gases de efecto invernadero del medio ambiente de manera más rápida y eficiente”.
También se están desarrollando otros materiales que potencialmente podrían “hundir” el carbono.
Uno de esos materiales es una estructura bidimensional hecha de boro que tiene una gran superficie y potencialmente podría absorber muchos gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas.
Otro material que los científicos están explorando es el concreto, que sustenta la sociedad moderna pero cuyo uso (especialmente con cemento) emite enormes cantidades de dióxido de carbono, estimadas en ocho por ciento de las emisiones anuales producidas por el hombre.
Los investigadores han estado explorando cómo agregar materiales como bicarbonato de sodio al concreto podría ayudar al material a absorber dióxido de carbono en la atmósfera.
Pero el gran obstáculo es que muchos de estos nuevos materiales son básicamente experimentos de laboratorio.
Ése es un desafío para cualquiera que quiera utilizar la ciencia de los materiales para abordar el cambio climático: ¿cómo se da el salto del laboratorio al mercado?
Fuente: Nature synthesis