Gran paso hacia análisis de sangre para detectar el alzhéimer

Gran paso hacia análisis de sangre para detectar el alzhéimer

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Científicos identifican dos moléculas clave en la sangre que podrían revolucionar el diagnóstico precoz del alzhéimer.

Este avance promete no solo una detección más sencilla, sino también nuevas vías para entender por qué las mujeres son más vulnerables a esta enfermedad.

La disminución de los niveles sanguíneos de dos moléculas naturales en el organismo se ha vinculado estrechamente con el avance del alzhéimer, especialmente en mujeres.

La enfermedad de Alzheimer es una dolencia neurodegenerativa progresiva y, hoy por hoy, incurable, que afecta principalmente a la memoria, el pensamiento y el comportamiento.

Es la causa más común de demencia, ya que representa entre el 60% y el 80% de los casos.

El alzhímer se caracteriza por la acumulación de placas de beta amiloide y ovillos de proteína tau en el cerebro, que conducen a la muerte de las neuronas y al deterioro funcional.

Aunque su causa exacta no se comprende completamente, factores genéticos, ambientales y de estilo de vida parecen influir en su desarrollo.

A nivel global, se estima que alrededor de 55 millones de personas viven con algún tipo de demencia, y el alzhéimer representa la mayoría de estos casos.

Esta cifra se espera que se triplique para 2050 debido al envejecimiento de la población.

La enfermedad afecta principalmente a personas mayores de 65 años, y su incidencia es significativamente mayor en mujeres que en hombres.

Según la Asociación del Alzhémier Estadounidense, dos de cada tres personas diagnosticadas en Estados Unidos son mujeres, un dato extrapolable a nivel mundial con pequeñas variaciones.

Un estudio realizado en 2017 ya demostraba que en Europa un 3,31% de los hombres padece alzhéimer, frente al 7,13% de las europeas. ¡Más del doble!

«Este mayor impacto del Alzheimer en mujeres es conocido desde hace tiempo, y siempre se ha atribuido a la mayor longevidad femenina.

Hoy en día, no obstante, hay razonables dudas científicas sobre si ese es el único factor que lo explicaría», podemos leer en la web de la Fundación Pasqual Maragall, en Barcelona.

«Al margen de una mayor longevidad, factor que claramente influye en la realidad de un mayor número de casos de alzhéimer en mujeres, hay investigaciones recientes que apuntan a que, a esta mayor incidencia, contribuyen una combinación de factores, que incluyen una mayor vulnerabilidad a la acumulación de la proteína tau, exposición a los estrógenos y factores de riesgo cardiovascular», dicen desde la Fundación Pasqual Maragall.

La detección precoz del Alzheimer resulta crucial para intervenir en las etapas iniciales, cuando las terapias disponibles pueden ser más efectivas para ralentizar el progreso de la enfermedad y preservar la calidad de vida.

También permite planificar con tiempo los cuidados futuros y tomar decisiones informadas tanto para el paciente como para su familia.

Sin embargo, los desafíos son significativos: los síntomas tempranos suelen confundirse con el envejecimiento normal, y las herramientas diagnósticas actuales, como las punciones lumbares y los estudios de imagen cerebral, son invasivas, costosas y poco accesibles.

Es por ello por lo que la investigación biomédica se centra en desarrollar métodos menos invasivos, como análisis de sangre, que sean precisos, económicos y ampliamente disponibles, lo cual podría transformar radicalmente el diagnóstico y el manejo de esta enfermedad.

Lo que cada vez está más claro es que el sexo es una variable de peso a la que, desafortunadamente, todavía no se le ha concedido la merecida relevancia en el manejo de la enfermedad de Alzhéimer, tanto a nivel de ensayos clínicos como de diagnóstico precoz, prevención y tratamiento.

El nuevo estudio, coordinado por Mychael V. Lourenco, del Instituto de Medicina Bioquímica Leopoldo de Meis de Río de Janeiro (Brasil) y Carla Nasca, del Departamento de Psquiatría en la New York University Grossman School of Medicine (Estados Unidos), va en esta dirección.

El hecho de que la reducción en los niveles sanguíneos de dos moléculas naturales del organismo afecte de manera particular a las mujeres con alzhéimer abre nuevas vías para abordar esta enfermedad neurodegenerativa.

Este descenso se observó de forma progresiva, eso es, desde mujeres sin síntomas cognitivos hasta aquellas con signos tempranos de deterioro leve.

La caída fue más pronunciada en quienes padecían fases moderadas o graves de la enfermedad.

En los hombres, en cambio, solo una molécula mostró un descenso significativo, lo que viene a confirmar una diferencia de género en la progresión de la enfermedad.

Lourenco, Nasca y sus colegas han descubierto que los niveles de la acetil-L-carnitina (ALCAR) eran menores tanto en hombres como en mujeres con deterioro cognitivo leve y alzhéimer.

La acetil-L-carnitina es una molécula natural derivada de la carnitina, esencial para el metabolismo energético celular.

La ALCAR actúa transportando ácidos grasos hacia las mitocondrias, donde se convierten en energía, y desempeña un papel clave en funciones cerebrales como son la regulación de neurotransmisores, la plasticidad neuronal y la protección contra el daño oxidativo.

También se estudia por su relación con la salud cognitiva y su posible vínculo con enfermedades como el alzhéimer y la depresión.

Además, los niveles de carnitina libre, un subproducto esencial de la acetil-L-carnitina, disminuían constantemente en mujeres, correlacionándose con la gravedad del deterioro cognitivo.

En los hombres, solo la acetil-L-carnitina mostró una disminución significativa.

El estudio señala que estos descensos químicos podrían servir como indicadores de la enfermedad y ofrecer pistas sobre por qué las mujeres enfrentan mayor riesgo que los hombres.

Análisis adicionales mostraron que los niveles de ambas moléculas en sangre se alineaban con los incrementos de beta amiloide y los ovillos neurofibrilares de proteína tau, reconocidos biomarcadores de la progresión del alzhéimer.

El equipo de investigación logró mejorar la precisión diagnóstica del 80% al 93% al combinar los niveles de estas moléculas sanguíneas con los marcadores tradicionales extraídos del líquido cefalorraquídeo.

«Nuestros hallazgos representan una de las evidencias más sólidas hasta ahora de que la disminución de los niveles de acetil-L-carnitina y carnitina libre puede actuar como biomarcadores sanguíneos para detectar alzhéimer y predecir su gravedad», afirma la doctora Betty Bigio, investigadora principal del trabajo de la New York University Grossman School of Medicine y colaboradora del Instituto Nathan Kline de Investigación Psiquiátrica.

Bigio también destaca que estas diferencias podrían explicar por qué más mujeres padecen la enfermedad de Alzhéimer.

Por su parte, la doctora Nasca señala que las vías moleculares involucradas en la producción de estas sustancias podrían ser objetivos terapéuticos clave para prevenir el daño cerebral antes de que sea irreversible.

Además, enfatiza en la importancia de continuar explorando cómo estas moléculas impactan en la química cerebral y su relación con la progresión de esta demencia.

El estudio analizó a 93 voluntarios con diversos grados de deterioro cognitivo, junto con un grupo control de 32 personas cognitivamente sanas con características similares en edad, peso y nivel educativo.

Los resultados obtenidos en Brasil fueron confirmados en un grupo independiente de California.

La doctora Nasca subraya que es crucial investigar las vías moleculares que regulan la acetil-L-carnitina, así como su papel en el cerebro, donde se libera desde vesículas hacia la sangre.

Estas moléculas, esenciales para la salud cerebral y el metabolismo energético, también desempeñan un rol en la regulación de genes relacionados con el glutamato.

Recordemos que este neurotransmisor es vital para funciones cerebrales como la reparación de células nerviosas y está directamente implicado en la memoria, especialmente en el hipocampo, una de las primeras regiones afectadas por el alzhéeimer.

Curiosamente, niveles elevados de glutamato se han asociado con trastornos del estado de ánimo y casos graves de depresión, condiciones vinculadas al alzhéimer.

Investigaciones previas del equipo de la doctora Nasca relacionaron la falta de acetil-L-carnitina con la depresión y traumas infantiles.

En futuras investigaciones, esperan esclarecer cómo prevenir que la depresión derive en alzhéimer.

Si los resultados son confirmados, podrían desarrollarse análisis de sangre para diagnosticar y monitorear la progresión de esta devastadora demencia de forma no invasiva.

Actualmente, esto requiere punciones lumbares, procedimientos más invasivos y riesgosos.

Además, un análisis de sangre permitiría evaluar la eficacia de tratamientos experimentales diseñados para frenar o prevenir la enfermedad, complementando las herramientas diagnósticas existentes.

Fuente: Nature

 

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