Una de las claves de la economía sostenible consiste en reutilizar y reciclar los desechos.
Con cáscara de arroz, por ejemplo, pueden crearse termoplásticos con mil usos.
Platos y cubiertos fabricados con fécula de patata, granos de café convertidos en piezas de auto, combustibles basados en el reciclaje como el biometano.
Hay muchos ejemplos de lo que puede conseguir el ser humano aprovechando lo que tiramos para reutilizarlo.
Las tres erres de la sostenibilidad: reducir, reciclar y reutilizar.
Reducir los residuos que generamos y, una vez generados, reciclarlos y reutilizarlos para darles una segunda vida en vez de desecharlos y amontonarlos en instalaciones que ocupan espacio y contaminan.
Otro ejemplo de lo que podemos conseguir reutilizando desechos tiene un nombre, Oryzite.
Con este nombre se conoce un nuevo material que puede complementar o sustituir a los termoplásticos actuales.
Y su ingrediente es la cáscara de arroz o cascarilla.
Precisamente su nombre, Oryzite, le viene de oryza, nombre científico del género al que pertenece el arroz, oryza sativa.
Uno de los cereales más cultivados en el mundo y cuyo principal desecho es su cáscara.
Detrás de este proyecto, que cuenta con su propia página web, se encuentra la empresa Algan Composites y la Cámara Arrocera del Montsià, comarca al sur de Cataluña muy conocida precisamente por el cultivo del arroz en el delta del Ebro.
De ahí la importancia de darle una segunda vida a un material que durante años ha sido descartado por no contar con utilidad alguna.
Según sus responsables, el Oryzite se puede combinar con los actuales termoplásticos en una proporción de hasta el 60% o más.
Reduciendo así el porcentaje de material plástico.
Además, para obtener el material reciclando la cáscara de arroz se consuma poca energía.
Hasta 16 kilogramos de material con un kilovatio.
En resumen, a partir de un residuo descartado, barato de conseguir o incluso a costo cero, se consigue reducir el costo de un polímero termoplástico manteniendo sus propiedades.
Y, por si fuera poco, el proceso de fabricación es también sostenible energéticamente hablando.
Otras ventajas de este material, basado en cáscara de arroz, es que es estable, ligero, tiene una baja absorción de la humedad y no se inflama fácilmente.
En la práctica, el Oryzite se ofrece en formato polvo o en gránulos.
A su vez, se dividen en dos versiones: para polímeros de punto de fusión hasta 220 ºC y para superiores a 220 ºC.
Este proyecto cuenta con una historia de diez años de investigación.
Como premio, la Comisión Europea lo seleccionó para el programa EREK de buenas prácticas en eficiencia energética y sostenibilidad.
El siguiente paso es conseguir fondos europeos del Plan de recuperación para Europa (Next Generation EU) y así fabricar este nuevo material en cantidades industriales.
En la actualidad, la fabricación del Oryzite se realiza en las propias instalaciones de la Cámara Arrocera del Montsià.
Aprovechando que allí se procesa el arroz.
El proyecto ha requerido de casi 5 millones de euros entre recursos, pruebas y puesta en marcha.
Y como resultado, es capaz de producir 14.000 toneladas de este material en un año a partir de los residuos generados por las más 60.000 toneladas de arroz que procesa cada año la propia Cámara.
Teniendo en cuenta que en el mundo se producen más de 700 millones de toneladas de arroz al año, la gran cantidad de residuos que esto genera puede tener una segunda vida en forma de materiales para la industria, reduciendo la cantidad de desperdicios, por un lado, y reduciendo la dependencia de materiales que provienen del petróleo u otras fuentes no sostenibles.
En la página oficial del proyecto podemos ver algunos ejemplos reales fabricados a partir de Oryzite.
Además, ya hay empresas interesadas en emplearlo para sus productos o envases.
Es el caso de Nupik, que fabrica vajillas desechables, Novsus, que crea envases para coméstica, Zanini, fabricante de componentes de automoción o Mosser, dedicada a la construcción de parques infantiles y equipos deportivos.
A esta lista hay que añadir nombres como Roca, empresa dedicada a la cerámica y muebles de cocina y baño o Seat, el fabricante de automóviles.
Este último ha probado este material basado en cáscara de arroz en su modelo Seat León de cara a reducir el uso de plástico convencional, presente en la mayoría de componentes.
Yendo al detalle, las piezas probadas son la puerta trasera, el doble piso de carga del maletero y el revestimiento del techo del vehículo.
En las pruebas, que se iniciaron a finales de octubre de 2020, se está testando tanto la idoneidad de este nuevo material como, especialmente, qué porcentaje de Oryzite se puede emplear prescindiendo de los polímeros actuales, que todavía forman parte del material definitivo.
Todo ello sin perder sus cualidades de ligereza, estabilidad y su resistencia térmica.
Fuente: Hipertextual
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