Personas de todo el mundo se están aislando para ayudar a frenar la propagación de la COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Pero hay otra manera de que aquellos confinados en sus viviendas, pero conectados a internet, puedan unirse a la lucha contra el nuevo coronavirus.
Entre las iniciativas de investigación que se están poniendo en marcha o ampliando para desarrollar terapias y vacunas contra este nuevo virus pandémico está uno de los proyectos de supercomputación distribuida más grandes del mundo.
Dirigido por el biofísico computacional Greg Bowman, profesor de bioquímica y biofísica molecular en la Escuela de Medicina de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos, el proyecto se llama Folding@home.
Se basa en la potencia colectiva de los computadores personales de los voluntarios para realizar los complejos cálculos necesarios para simular la dinámica de las proteínas.
Voluntarios de todo el mundo pueden instalar en su computador un programa que ejecuta esos cálculos cuando el computador no está haciendo nada y quedaría inactivo.
A menudo motivados por la experiencia personal con alguna enfermedad, los participantes pueden seleccionar un área específica de contribución, como buscar curas para el cáncer, hallar modos de prevenir la enfermedad de Alzheimer o, ahora, luchar contra el nuevo coronavirus.
Por ejemplo, Bowman y sus colaboradores están tratando de profundizar en la estructura de la proteína de las “púas” que conforman la “corona” del SARS-CoV-2.
El virus se vale de estas púas para infectar las células.
Esta línea de investigación podría revelar maneras de bloquear la proteína y, en consecuencia, la infección.
Desde que se anunció a finales de febrero el nuevo proyecto sobre el coronavirus, la cantidad de voluntarios de Folding@home se ha disparado, con unos 400.000 nuevos usuarios uniéndose al esfuerzo.
“La respuesta hasta ahora ha sido abrumadora y maravillosa, pero siempre hay más ciencia útil por hacer“, declara Bowman.
“Conocer mejor todas las diversas formas que puede adoptar la proteína de las púas a medida que sus moléculas rebotan y se desplazan puede conducir al desarrollo de nuevos fármacos que puedan bloquearla, impidiendo que el virus infecte más células.
Seguimos ampliando nuestra investigación tan rápido como podemos“.
Este proyecto de computación distribuida ahora está trabajando con alrededor de 470 petaflops de salida en su búsqueda para plegar proteínas, o lo suficiente para eclipsar a las siete supercomputadoras más importantes del mundo combinadas.
En el espíritu de la ciencia abierta y el rápido intercambio de nuevos conocimientos sobre la COVID-19, los responsables del proyecto publicarán en medios de acceso gratuito y disponibilidad online, como bioRxiv, todos los hallazgos que se hagan en esta iniciativa.
Para unirse al esfuerzo y poner su computador a trabajar contra el coronavirus, visite el sitio de Folding@Home.
Fuentes: Noticias de la Ciencia, Engadget
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