Un grupo de científicos del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología en Corea del Sur han desarrollado un proceso no invasivo para controlar los movimientos de una tortuga en forma remota.
Están desarrollando un proceso que permite conseguir alimento de plantas que no son habitualmente comestibles pasando de celulosa a almidón. Es decir, convertir todos esos cactus espinosos en su cena. Con un avance como este, nuestro planeta podría volverse comestible y la población de 9 mil millones de personas que está estipulada para 2050 tendría un problema menos por el cual preocuparse.