A través de una técnica conocida como atrapamiento óptico, científicos han demostrado que pueden lanzar y atrapar átomos individuales, lo que posiblemente haga que el experimento sea el juego de béisbol más pequeño de la historia.
Los científicos usaron láseres altamente enfocados para mover los átomos y fijarlos en su lugar, una hazaña que eventualmente podría conducir a una generación completamente nueva de computadoras cuánticas.
Aunque el uso de estas trampas ópticas, o pinzas, es una práctica común para manipular átomos individuales, los científicos dicen que esta es la primera vez que se usa la técnica para liberar y “lanzar” un átomo, y luego atraparlo en otra trampa.
“Los átomos que vuelan libremente se mueven de un lugar a otro sin ser retenidos o interactuar con la trampa óptica“, dijo el coautor del estudio Jaewook Ahn, físico del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea, en un comunicado de prensa.
“En otras palabras, el átomo es lanzado y atrapado entre las dos trampas ópticas de manera muy similar a como la pelota viaja entre el lanzador y el receptor en un juego de béisbol“.
En el experimento, los científicos favorecieron los átomos de rubidio, que se enfriaron hasta casi el cero absoluto.
Luego, estos se suspendieron en un láser de 800 nanómetros que formó una trampa óptica.
Para “lanzar” un átomo, los científicos aceleraron la trampa óptica que lo mantenía en su lugar y luego apagaron rápidamente los láseres, liberando así el frío rubidio.
Al hacerlo, pudieron enviar un átomo a una distancia de 4,2 micrómetros a una velocidad de poco más de 25 pulgadas por segundo.
En el extremo receptor, otra trampa óptica atrapó la pelota de béisbol atómica.
No es exactamente un lanzamiento de campo para un ser humano, sino un salto gigantesco en el ámbito atómico.
Según Ahn, la capacidad de “lanzar” estos átomos podría allanar el camino hacia computadoras cuánticas aún más rápidas.
“Estos tipos de átomos voladores podrían habilitar un nuevo tipo de computación cuántica dinámica al permitir que las ubicaciones relativas de los qubits, el equivalente cuántico a los bits binarios, se cambien más libremente“, explicó Ahn.
A lo que se refiere Ahn es a una forma emergente de tecnología de computación cuántica que consiste en empaquetar átomos neutros como el rubidio en conjuntos compactos que, en teoría, pueden permitir una cantidad mucho más densa de qubits que con arreglos convencionales basados en silicio.
Como tal, Ahn y su equipo también usaron su técnica para crear tales conjuntos y demostraron que los átomos que volaban libremente no fueron perturbados por otros átomos en el camino, lo que hace que este estudio sea un jonrón potencial.
Fuente: Futurism