Un par de ingenieros de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) han diseñado, construido y probado un dron con plumas inspirado en un halcón capaz de realizar maniobras de inclinación sin usar sus alas.
En su artículo Hoang-Vu Phan y Dario Floreano describen los factores que se tuvieron en cuenta para construir su robot raptor y lo bien que se comportó durante las pruebas en un túnel de viento.
El trabajo de los investigadores comenzó cuando descubrieron que se ha descubierto que muchos tipos de aves rapaces inician la inclinación mientras planean sin mover sus alas.
Todo el procedimiento se lleva a cabo mediante la manipulación de la cola.
En cambio, los aviones y los drones realizan la inclinación mediante la manipulación de los alerones en la parte posterior de las alas.
Intrigados por la diferencia entre la forma en que las naves construidas por humanos y las aves rapaces realizan el movimiento de inclinación, la pareja diseñó y construyó un ave rapaz mecánica con plumas capaz de imitar la técnica de un halcón.
Para construir su dron, los investigadores recurrieron a la anatomía del halcón.
Utilizando materiales ligeros, crearon huesos y articulaciones similares a los de las aves rapaces para hacer las alas y la cola y las moldearon sobre un cuerpo igualmente ligero y luego las cubrieron con plumas de espuma.
El sencillo dron se mantuvo en el aire mediante la unión de una varilla al cuerpo; el otro extremo de la varilla se sostuvo en la mano de un investigador. El resultado lo llamaron LisRaptor.
A continuación, estudiaron un video de halcones en vuelo para aprender cómo manipulan sus colas para iniciar una maniobra de inclinación e imitaron lo que vieron con su ave mecánica.
Después lo pusieron en un túnel de viento para realizar pruebas.
El halcón artificial de los investigadores pudo inclinarse con éxito dentro del túnel de viento sin usar sus alas.
En cambio, todo lo que hizo falta fue un cierto giro de la cola.
Descubrieron que funcionaba gracias a la proximidad de la cola a las alas (una ligera torsión permitía un flujo de viento asimétrico sobre las alas y la cola, lo que daba como resultado una elevación asimétrica), lo que hacía que todo el ave se inclinara hacia un lado incluso cuando apuntaba ligeramente hacia arriba, para evitar que se detuviera.
Los investigadores sugieren que su robot no solo ayuda a explicar ciertos aspectos del vuelo de las aves rapaces, sino que también podría ser útil para diseñar nuevos tipos de drones que puedan girar con mayor suavidad.
Fuente: ScienceRobotics
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