Este sistema supone la coproducción de hidrógeno y electricidad a partir de la tecnología solar térmica, con el objetivo principal de aportar nuevas opciones renovables para una economía sostenible.
El concepto de Hidricity es un sistema inventado por diversos investigadores de Estados Unidos y Suiza, entre ellos Emre Gençer, Dharik S. Mallapragada, François Maréchal, Mohit Tawarmalani y Rakesh Agrawala.
Con el Hidricity se implementan dos sinergias muy interesantes que se complementan entre sí, en conjunto y como procesos individuales: tecnología solar a muy alta temperatura y la generación de hidrógeno.
Con el sistema hidricity, se pretende potenciar las centrales de energía termosolar o termoeléctrica, para que trabajen a una temperatura de 725 °C, en vez de a los 625 °C, temperatura promedio en la que trabajan las centrales térmicas.
Pero ¿por qué? El motivo para querer alcanzar estas temperaturas es que con este aumento en la temperatura en las centrales temoeléctricas el agua se puede separar para extraer sus componentes: hidrógeno y oxígeno.
Aplicando las técnicas del hidricity, se pretende subir las temperaturas normales de trabajo, para conseguir la disociación de la molécula H2O, consiguiendo H2 y O2, para así almacenar el hidrógeno (H2) y el oxígeno (O2) generados en tanques para su posterior utilización.
Por la noche, cuando no se dispone de luz solar para hacer funcionar la central de energía termosolar o termoeléctrica, se procede a realizar el proceso inverso.
Es decir, utilizar el hidrógeno y el oxígeno guardados para provocar la reacción química inversa, generando agua y energía térmica.
Pero es que además, si esta reacción se realizara en las condiciones adecuadas, puede desprender una gran cantidad de energía en forma de calor.
Energía que se podría utilizar en las mismas instalaciones de la central de energía termosolar o termoeléctrica, para generar electricidad.
Todo un descubrimiento con efectos muy positivos para las centrales termoeléctricas.
Se ha calculado que la eficiencia general de sol en el proceso de hidricity, promediada durante un ciclo de 24h, se acerca al 35%, en términos de electricidad.
Este rendimiento solar es casi la eficiencia alcanzada mediante el uso de las mejores células fotovoltaicas de múltiples funciones junto con las baterías de última generación o baterías inteligentes.
Todo un descubrimiento, que aportaría las siguientes ventajas:
Almacenar energía termoquímicamente con una densidad de dos a tres veces mayor.
El hidrógeno coproducido tendría usos alternativos en las industrias de transporte/industria química y petroquímica.
A diferencia de las baterías, la energía almacenada no se descarga con el tiempo y el medio de almacenamiento no se degrada con los usos repetidos.
Es una solución bastante interesante y con un gran potencial que ha despertado el interés no sólo a nivel científico sino dentro del sector energético.
Aun así, sigue siendo, de momento, sólo un estudio, sin una aplicación real, y sin una fecha concreta de llevarlo a la práctica como proyecto real a corto plazo.
Fuente: Noticias de la Ciencia
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