Los lentes de contacto ofrecen una alternativa más cómoda al uso de anteojos para las personas con problemas de visión, pero eso suponiendo que pueda soportar el proceso de ponérselos y quitárselos.
Un hombre de Florida ha inventado un robot que puede insertar y quitar lentes de contacto para alguien que no puede.
Además de la ansiedad de colocar un objeto extraño directamente en su ojo y tener los dedos tan cerca de un órgano tan sensible, usar lentes de contacto puede ser difícil para aquellos con problemas de movilidad o discapacidades que carecen de la capacidad para mantener sus manos lo suficientemente firmes, o la destreza necesaria para insertar y quitar de forma segura las pequeñas lentes.
El inventor Craig Hershoff tuvo experiencias similares, lo que lo llevó a diseñar un robot que puede insertar y quitar lentes de contacto sin que el usuario tenga que hacer nada más que mantener los párpados bien abiertos.
El robot está diseñado específicamente para manejar lo que se conoce como lentes de contacto esclerales, que crean una cúpula llena de lágrimas sobre la córnea del ojo para corregir problemas de visión complicados que otras soluciones, como anteojos o lentes de contacto normales, no pueden.
Para muchos pacientes, los lentes esclerales son la única opción, y si no pueden insertarse y quitarse correctamente por sí mismos, a menudo tienen que aprender a vivir con la afección.
El robot, que también ofrece activación por voz para una operación completamente manos libres, se basa en pequeñas ventosas para sujetar los lentes de forma segura, y es una versión de próxima generación de una herramienta de extracción manual de lentes de contacto llamada Chio que Hershoff inventó hace años.
Para aquellos que no usan lentes de contacto, el dispositivo se parece un poco a una película de terror, pero en realidad podría ser una solución común para varios problemas de visión disponible para una audiencia más amplia.
El robot se encuentra actualmente en un ensayo clínico en Boston, y Hershoff espera que pueda obtener la autorización de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. en algún momento del próximo año.
No solo los movimientos del robot son más suaves que insertar manualmente una lente de contacto, sino que durante el proceso, el otro ojo del usuario (el robot procesa solo un ojo a la vez) ve una transmisión de video en vivo de la inserción sobre la que el usuario tiene control total, lo que hace que todo el proceso se sienta menos aterrador.
Fuente: Gizmodo