Un supercondensador de bajo costo y hecho de materiales muy comunes podría abaratar el almacenamiento de energía limpia e incluso darle a los cimientos de las casas la función adicional de almacenes de energía.
Los condensadores son, en principio, dispositivos muy simples, que consisten en dos placas conductoras de electricidad inmersas en un electrolito y separadas por una membrana.
Cuando se aplica un voltaje a través del condensador, los iones cargados positivamente del electrolito se acumulan en la placa cargada negativamente, mientras que la placa cargada positivamente acumula iones cargados negativamente.
Dado que la membrana entre las placas bloquea la migración de iones cargados, esta separación de cargas crea un campo eléctrico entre las placas y el condensador se carga.
Las dos placas pueden mantener este par de cargas durante mucho tiempo y luego entregarlas muy rápidamente cuando sea necesario.
Los supercondensadores son simplemente condensadores que pueden almacenar cargas excepcionalmente grandes.
Los supercondensadores se usan cada vez más y van a resultar imprescindibles para muchas tecnologías de vanguardia.
Además, pueden reemplazar a las baterías en algunas funciones. Por desgracia, el costo de los supercondensadores ha venido siendo considerable.
Dos de los materiales históricamente más comunes de la humanidad, el cemento y el material comúnmente llamado “negro de carbón”, pueden formar la base de un novedoso sistema de almacenamiento de energía de bajo costo, según un nuevo estudio realizado por un equipo integrado, entre otros, por Nicolas Chanut, Franz-Josef Ulm, Admir Masic y Yang-Shao Horn, los cuatro del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.
La nueva tecnología podría facilitar el uso de fuentes de energía renovables como la energía solar, la eólica y la mareomotriz, al permitir que las redes de suministro eléctrico se mantengan estables a pesar de las fluctuaciones en la captación de energía renovable.
El equipo de investigación comprobó que esos dos materiales se pueden combinar con agua para hacer un supercondensador.
Los investigadores del MIT que han ideado este nuevo supercondensador creen que este podría incorporarse a los cimientos de concreto de una casa, donde podría almacenar la energía solar o eólica de un día completo y agregar poco (o nada) al costo de los cimientos.
Estos, por otra parte, no se verían debilitados y seguirían proporcionando la fuerza estructural necesaria.
Los investigadores también han ideado un tipo de carretera en la cual una capa de concreto albergaría el sistema supercondensador que podría proporcionar recarga eléctrica, sin necesidad de contacto físico, a los automóviles eléctricos que estuvieran viajando por esa carretera.
Fuente: PNAS
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