Investigadores de la Universidad de Oxford y Devanthro GmbH lograron cultivar con éxito tejido humano en un hombro robótico que actuaba como mecanismo de estiramiento.
Más específicamente, el equipo comenzó modificando un robot de código abierto agregando un biorreactor y una forma de unir el nuevo tejido a medida que crecía.
Una vez colocados, se inundaron áreas específicas con nutrientes para estimular el crecimiento.
Después de que el área se llenó con nutrientes, las células crecieron durante un período de dos semanas, durante el cual el hombro se activó durante 30 minutos cada día, ya sea que se doblara, tirara o torciera de forma similar a la humana.
Lo que los investigadores descubrieron fue que el tejido resultante era ligeramente diferente del tejido cultivado en un entorno estático, aunque se necesita trabajo adicional para determinar si realmente se puede usar en pacientes humanos.
“El uso de robots para la ingeniería de tejidos crea estimulaciones biomecánicas mucho más realistas, lo que veo como un gran avance.
El siguiente paso es establecer que la participación de los robots muestra una clara mejora con respecto al uso de biorreactores convencionales“, dijo Dana Damian, profesora de la Universidad de Sheffield.
Fuente: Nature
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