Investigadores del MIT han desarrollado una impresora móvil de vacunas que algún día podría ampliarse para producir cientos de dosis de vacunas cada día.
Este dispositivo del tamaño de una mesa se puede implementar en cualquier lugar donde se necesiten vacunas, produciendo parches con cientos de microagujas que contienen vacunas.
Estos parches de microagujas se pueden colocar en la piel, lo que permite que la vacuna se disuelva sin la necesidad de una inyección tradicional.
Después de imprimir los parches de vacuna, se pueden almacenar de forma segura durante meses a temperatura ambiente.
La tinta utilizada para imprimir las microagujas que contienen la vacuna incluye moléculas de vacuna de ARN que están encapsuladas en nanopartículas de lípidos, lo que les ayuda a permanecer estables durante períodos prolongados.
Los polímeros dentro de la tinta les permiten moldearse fácilmente en la forma correcta y luego permanecer estables durante semanas o meses, incluso cuando se almacenan a temperatura ambiente o superior.
Un brazo robótico inyecta la tinta en moldes de microagujas, y luego una cámara de vacío debajo del molde succiona la tinta hasta el fondo para garantizar que llegue hasta las puntas de las agujas.
“Algún día podríamos tener producción de vacunas bajo demanda. Si, por ejemplo, hubiera un brote de ébola en una región en particular, uno podría enviar algunas de estas impresoras allí y vacunar a las personas en ese lugar“, dijo Ana Jaklenec, investigadora del Instituto Koch para la Investigación Integrativa del Cáncer del MIT.
Fuente: MIT News