Si llevas tiempo dándole vueltas a un problema y no encuentras solución, quizá lo que dice Harvard te saque del atolladero.
¿Llevas días dándole vueltas a un problema y no encuentras la solución? Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y del MIT parece tener la clave para salir del atolladero.
Según la investigación, las personas son más creativas nada más despertarse de la fase más temprana del sueño, sobre todo si se les guía para que sueñen con un tema específico.
Lo que vieron los investigadores fue que, cuando las personas se encuentran en un estado entre el sueño y la vigilia, momento que se conoce como inicio del sueño, son especialmente creativas.
Demostraron, por primera vez que, si además se les guía sobre qué soñar, afrontan con más creatividad tareas relacionadas con ese tema.
“Cuando te incitan a soñar sobre un tema durante el inicio del sueño, puedes tener experiencias oníricas que luego puedes utilizar para estas tareas creativas“, afirma Kathleen Esfahany, una de las autoras del estudio.
Los participantes del estudio a los que se les sometió a “incubación dirigida de los sueños”, que es como se conoce la técnica mencionada más arriba, tuvieron más ideas creativas que las que se echaron la siesta sin más o las que no durmieron nada en absoluto.
Los investigadores creen que, durante el inicio del sueño, el cerebro establece conexiones más amplias entre conceptos distintos, lo cual impulsaría la creatividad.
“Si se accede a este estado cerebral, se puede ser más creativo en la vida de vigilia“, afirma Adam Haar Horowitz, quien también ha participado en la investigación.
Tal y como se apunta en la publicación, tratar de relacionar los sueños con la creatividad no es algo nuevo, sino que lleva haciéndose desde hace milenios.
Thomas Edison y Salvador Dalí declararon en su día haber tenido ideas científicas y artísticas mientras soñaban, más concretamente en el período que transcurre entre la vigilia y el sueño y que también se le conoce con el nombre de hipnagogia o NREM1.
Este período de transición se caracteriza porque se producen sueños espontáneos y vívidos, que muchas veces incluyen experiencias de cuando estamos despiertos que han sucedido un poco antes de que nos durmamos.
¿Y cómo conseguían Edison y Dalí despertarse en el momento justo?
Lo que hacían los genios era dormirse sosteniendo un objeto de cierto peso en la mano.
Cuando el cuerpo se relajaba conforme se iniciaba el sueño, el objeto caía y el durmiente despertaba.
Edison y Dalí aprovechaban ese momento, en el que aún podían recordar lo que habían soñado, para apuntar las posibles ideas que habían surgido de su fase hipnagógica.
En 2020, algunos de los investigadores que han participado en el estudio actual, publicaron un artículo en el que presentaron Dormio, un dispositivo que permitía incubar sueños concretos y que han usado en la investigación más reciente.
Los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos.
A un grupo se le puso a dormir una siesta de 45 minutos con Dormio, mientras se le pedía que soñara con un árbol y que luego registrara lo que había soñado.
Cada vez que una persona hablaba de un sueño, se le animaba a que se volviera a dormir y soñara, otra vez, con un árbol.
Otro grupo también se echó una siesta de 45 minutos con Dormio, pero lo que se le pidió fue que observara sus pensamientos.
A los dos grupos restantes se les pidió que se quedaran despiertos durante tres cuartos de hora.
A uno se le dijo que pensara en árboles y a otro que observara sus pensamientos. Estos últimos no usaron el dispositivo.
Después de la siesta o de la vigilia, los investigadores pidieron a los participantes que llevaran a cabo tres tareas: que inventaran una historia creativa que incluyera la palabra “árbol”, que pensaran en los usos creativos que tendría un árbol y que, ante una lista de nombres, dijeran el primer verbo que se les viniera a la cabeza con cada nombre.
Cuando los investigadores analizaron el resultado de las tres tareas constataron que las personas que durmieron la siesta con incubación selectiva de sueños fueron un 43 % más creativas que las que la durmieron sin incubación, y un 78% más creativas que las que estuvieron despiertas sin el dispositivo.
Los investigadores también descubrieron que, dentro del grupo de personas a las que se les dijo que soñaran con árboles, las que tuvieron un mayor número de sueños con árboles idearon historias más creativas.
Estas personas también incorporaron gran parte del contenido de sus sueños a sus historias.
“Estas pruebas sugieren que no es solo estar en el estado de sueño NREM1 lo que hace que la gente sea más creativa.
La gente es más creativa porque también aprovecha los sueños que se producen en ese estado de sueño”, afirma Esfahany.
Para todos aquellos que se estén animando a probar a echarse la siesta para aumentar su creatividad, los investigadores dicen que no es necesario el dispositivo Dormio para la incubación.
Solo hay que contar con algún aparato que pueda seguir el sueño y reproducir y grabar sonido.
También han creado una versión más sencilla de su protocolo, que utiliza un temporizador en lugar de hacer un seguimiento de los estados del sueño y está disponible aquí para quien quiera utilizarlo.
“Ése es realmente nuestro objetivo con gran parte de este trabajo: dar a la gente más herramientas para aprender a controlar su propia mente“, dicen los investigadores.
Fuente: Nature