Descubren una nueva forma de matar al cáncer por extenuación

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Han descubierto que las células tumorales son capaces de producir energía en el núcleo para favorecer su crecimiento en situaciones de emergencia. Ahora tratarán de usarlo para luchar contra ellas.

Las células tumorales que originan el cáncer son células sanas que se rebelan contra el sistema y acaban cayendo en el lado oscuro.

Comienzan a multiplicarse muy rápidamente, ignorando las leyes y los sistemas de control del organismo que las aloja.

Se vuelven egoístas, y se preocupan por producir vasos sanguíneos para alimentarse.

También se vuelven «inteligentes», y «aprenden», por ejemplo, a hacerse inmortales: para ello, acaban con el proceso natural del acortamiento de los telómeros, un fenómeno que en las células sanas determina cuántas veces pueden dividirse antes de morir.

Por si fuera poco, cada tejido (como el nervioso o el muscular) y cada tumor, tiene sus propias reglas y peculiaridades.

Por eso, atacar el cáncer con un medicamento requiere ser un auténtico estratega, y por eso, cada paso que se da para comprender al cáncer, es un paso importante.

Un estudio presentado en la revista «Science» podría convertirse en otro de esos pasos.

Después de investigar las respuestas de células tumorales, los científicos descubrieron una nueva estratagema que ellas emplean para producir energía y emplearla para el «mal»: en concreto, la usan para cambiar la expresión de los genes y facilitar que trabajen al servicio del tumor. Gracias a esto, los científicos creen haber encontrado otro posible objetivo en la lucha contra el cáncer.

«El avance más importante de este estudio es haber logrado identificar la ruta que permite la síntesis de ATP (una moneda energética que las células usan para transferir energía de un sitio a otro) en el núcleo», ha explicado a ABC Miguel Beato, investigador en el Centro de Regulación Genómica (CRG), en Barcelona y director del grupo que ha llevado a cabo la investigación.

Normalmente, las células obtienen su energía en las mitocondrias, unas centrales energéticas que están en el citoplasma y cuyo trabajo le permite a las células sanas crecer y llevar a cabo las reacciones químicas que le permiten estar viva.

Pero en este caso, el equipo de Beato descubrió que las células tumorales también pueden producir energía y ATP en el núcleo, con la finalidad de emplearlos para cambiar la forma como se leen los genes y beneficiar el crecimiento del tumor. Esto requiere cambiar por completo la colocación de los genes, y eso consume mucha energía.

En realidad, la producción de energía en el núcleo es una especie de salida de emergencia que la célula tumoral emplea cuando la situación se complica.
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En este caso los investigadores usaron una hormona para activar esta respuesta, pero han encontrado indicios de que cuando el ADN de la célula es dañado, por ejemplo como consecuencia de un tratamiento antitumoral, la célula comienza a producir grandes cantidades de energía en el núcleo para tratar de reordenar los genes y sobrevivir.

Por este motivo, esta ruta de producción de energía en el núcleo es una nueva diana para luchar contra el cáncer. «Esta ruta ya es usada como diana en terapia contra el cáncer, pero hay muchos efectos secundarios. Nosotros estamos buscando una forma de inhibir selectivamente solo otras partes de esta vía», ha explicado Beato.

El protagonista de este pequeño drama celular es una enzima, NUDIX5.

Ella es capaz de producir ATP (la moneda energética) en el núcleo cuando se han producido muchos daños y, sin ella, las células tumorales heridas tendrían menos capacidad de recuperación.

Por eso, NUDIX5 podría ser un blanco perfecto para nuevos fármacos.

«Nuestros resultados sitúan a NUDIX5 como un jugador clave en la síntesis de ATP en el núcleo, empleado para remodelar la cromatina.

Dado que NUDIX5 es sobreexpresado (es decir, que está presente en mayores cantidades) en varios tipos de cáncer (leucemia, y cáncer de pulmón y de mama), nuestro hallazgo podría contribuir a mejorar las terapias dirigidas contra el cáncer», ha dicho Roni Wright, primer autor del estudio e investigador también en el CGR.

De hecho, tal como ha explicado a ABC el investigador, «los pacientes con los niveles más altos de NUDIX5 sufren una peor progresión de la enfermedad y tienen menos probabilidades de sobrevivir.

Nosotros creemos que esto ocurre porque las células usan esta ruta para incrementar su crecimiento, quizás especialmente en entornos hipóxicos (con bajo contenido en oxígeno, y por ello más complicados para el tumor)».

Los científicos ya están trabajando en aprovechar este conocimiento.

Están tratando de averiguar cómo es la estructura de la enzima y su papel en otros processos biológicos, como por ejemplo, durante las infecciones de virus o durante el proceso natural de diferenciación celular ( a lo largo del cual las células maduran). «Esto es solo el comienzo», ha dicho Roni Wright. La lucha contra el cáncer continúa.

Fuente: ABC