Una nueva prueba busca marcadores especiales capaces de detectar de forma precoz la presencia de daños relacionados con el autismo.
Y para ello solo hace falta una pequeña muestra de sangre u orina.
Un nuevo test permitirá el análisis precoz del autismo con una simple muestra de sangre u orina.
La prueba, desarrollada por la Universidad de Warwick, Reino Unido, podría ayudar a tratar a los niños con afección del espectro autista antes, siquiera, de que aparezcan los síntomas.
Este no es el primer test que permite predecir el problema a partir de una muestra de sangre, pero resultaría complementario a otros test desarrollados antes.
El trastorno de espectro autista suele asociarse con algunas manifestaciones fisiológicas importantes.
Entre ellas se encuentra cierto daño de las proteínas que se puede detectar en el plasma sanguíneo debido a la oxidación y glicación.
Estos dos procesos químicos naturales están relacionados con lo que se conoce como especies reactivas del oxígeno (o ROS).
El equipo se percató de que examinar las proteínas en el plasma permitía detectar estas oxidaciones y sus productos en los niños con síndrome de espectro autista.
En ellos, el nivel de estos compuestos es mucho más alto, por lo que sirve como indicador.
Hay que dejar claro que estos son una consecuencia y no una causa del autismo, del cual todavía desconocemos sus razones.
Esta prueba, cuyo estudio asociado se presentaba recientemente en Molecular Autism, entre otras bondades, se puede realizar mediante una sencilla extracción de sangre o, incluso, con la orina.
Esto simplifica y ayuda a realizar el test con niños, abaratando costos y permitiendo que se tomen medidas tempranas en el caso necesario.
Como decíamos, este no es el primer test capaz de detectar marcadores relacionados con el autismo a partir de la sangre y la orina.
El pasado marzo se presentaba en Plos Biology un estudio que relacionaba ciertos marcadores genéticos con este trastorno.
En 2015, otra prueba publicada en JAMA Psychiatry buscaba otras señales genéticas a partir de la muestra de sangre para detectar con precocidad el autismo.
En esta ocasión lo que se buscaba era cierto perfil genómico.
Estas otras pruebas mostraron una eficacia en la detección bastante interesante.
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En primer lugar, ayuda a complementar un cuadro complejo en el cual existen muchas incógnitas.
Todavía desconocemos las causas del autismo, aunque sí sabemos que existe un porcentaje debido a factores genéticos.
Dicho porcentaje es de entre un 30 y un 35%.
Este test, sin embargo, no solo se centra en factores relacionados con la genética, sino que permite encontrar patrones en todo tipo de afectados por el espectro autista.
Los marcadores que busca, en definitiva, son más comunes y generales que los anteriores test, lo que ayuda enormemente a ampliar el rango de detección precoz.
Pero, además, al tratarse de factores menos concretos, creen los autores, este test podría ayudar a desvelar nuevos factores que nos guíen a posibles causas de la enfermedad.
“Esperamos que estas pruebas también ayuden a revelar nuevos factores causantes”, explicaba para la prensa la doctora Naila Rabbani, una de las investigadoras principales.
“Más adelante podremos revelar perfiles específicos de plasma y orina o, incluso, patrones específicos de compuestos que muestran modificaciones perjudiciales.
Este test puede ayudarnos a mejorar el diagnóstico de trastorno y señalar el camino a nuevas causas del espectro autista”, comentaba.
Por otro lado, hay que dejar claro que las pruebas han sido realizadas con un grupo controlado de niños.
En total sesenta y nueve niños fueron estudiados para describir y comprobar la eficacia del test.
Aunque las pruebas mostraron una eficacia de más del 90%, es necesario apuntar a lo pequeña que es la muestra.
Esto quiere decir que aunque el desarrollo de esta prueba es importante, su eficacia podría verse comprometida con un rango mayor de sujetos.
Por el momento, hay que tomar los resultados como algo muy positivo, verdaderamente importante e interesante para el futuro.
Además, da pistas sobre algunos de los procesos ocurridos en la fisiología de las personas con este trastorno.
Todo esto sirve para ahondar en busca de las causas del autismo, un trastorno complejo y difícil tanto de diagnosticar como de tratar.
Fuentes: Hipertextual, Gizmodo