Ingenieros han creado un nuevo dispositivo, fino y flexible, que se adhiere suavemente a la piel y la estimula para proporcionar experiencias sensoriales sofisticadas.
Aunque el nuevo dispositivo se presta obviamente a los videojuegos y en especial a los de realidad virtual, sus creadores también prevén aplicaciones en el ámbito de la salud.
Por ejemplo, el dispositivo puede ayudar a las personas con discapacidad visual a “sentir” su entorno.
También puede hacer que las personas con una parte de su cuerpo amputada posean sentido del tacto en la prótesis que sustituye la parte ausente.
El dispositivo es el último avance en tecnología vestible del pionero de la bioelectrónica John A. Rogers, de la Universidad del Noroeste en Evanston, Illinois, Estados Unidos.
El nuevo avance logrado por Rogers, Matthew Flavin y otros de sus colaboradores, es un paso más en la dirección de un sistema previo denominado “Epidermal VR”, un sistema conectado con la piel que comunica sensaciones táctiles a través de una matriz de actuadores vibratorios en miniatura a través de grandes áreas de la piel, con un rápido control inalámbrico.
Los nuevos actuadores miniaturizados para la piel son mucho más sofisticados que los de aquel sistema.
Además, son capaces de aplicar una fuerza constante sin necesitar energía eléctrica constante.
La versatilidad de su diseño permite, entre otras cosas, que los actuadores proporcionen un suave movimiento de torsión en la superficie de la piel para complementar la capacidad de suministrar fuerza vertical, añadiendo así más realismo a las sensaciones.
El nuevo dispositivo consta de una matriz hexagonal de 19 pequeños actuadores magnéticos encapsulados en un material de malla de silicona fino y flexible.
Cada actuador puede proporcionar distintas sensaciones, como presión, vibración y torsión.
Mediante la tecnología Bluetooth de un smartphone (teléfono inteligente), el dispositivo recibe datos sobre el entorno de la persona para traducirlos a sensaciones táctiles, sustituyendo una sensación visual por otra táctil.
Aunque el dispositivo funciona con una pequeña batería, ahorra energía gracias a un ingenioso diseño biestable.
Esto significa que puede permanecer en una u otra de dos posiciones estables sin necesidad de un aporte constante de energía.
El dispositivo solo consume energía cuando los actuadores cambian de posición.
Con este diseño de bajo consumo, el dispositivo puede funcionar durante más tiempo con una sola recarga de batería.
A fin de probar el dispositivo, los investigadores vendaron los ojos a sujetos sanos para comprobar su capacidad de esquivar objetos en su camino valiéndose de la conversión sensorial brindada por el aparato.
Con solo un breve periodo de entrenamiento, los sujetos que utilizaban el dispositivo eran capaces de lograr esquivar obstáculos con fluidez.
Al sustituir la información visual por la táctil, el dispositivo funciona de forma muy similar a como lo hace el bastón de un invidente, pero aportando mucha más información que la que puede aportar dicho bastón.
Fuente: Nature
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