Roy Sullivan es la persona a la que más rayos le han caído. Sobrevivió a todos ellos, pero su ‘mala suerte’ con las tormentas eléctricas tiene una explicación.
¿Alguna vez se ha preguntado qué pasa si le cae un rayo?
Le puede pasar a cualquiera cuando hay una tormenta eléctrica, aunque hay que tener muy mala suerte ya que las probabilidades son bajas.
Sin embargo, el récord lo ostenta un estadounidense al que le cayeron siete rayos a lo largo de su vida y sobrevivió a todos y cada uno de ellos.
Pero, ¿cómo es posible que le cayeran tantos?
Hablemos de Roy Sullivan, que vivió en Virginia entre 1912 y 1983.
El hombre murió a los 71 años por otra causa que no está relacionada con su percances con rayos.
Entre 1942 y 1977 recibió el impacto de, al menos, siete rayos y sobrevivió a todos ellos, tal y como cuentan en IFL Science.
Decimos al menos porque en realidad él mismo trato de dejar constancia en su récord que otro más le había caído en su infancia; pero solo pudo probar los otros siete incidentes.
Y eso es exactamente lo que dice su Guinness Record.
No obstante, hay que tener en cuenta que estamos hablando de una persona que, además, se enfrentó en 22 ocasiones a ataques de osos.
Sullivan tuvo una vida muy extraña y, en parte, toda esa mala suerte tuvo que ver con su trabajo. Pero solo en parte.
La primera vez que Sullivan (pudo acreditar que) recibió un impacto sucedió en 1942.
Era un hombre recién entrado en la treintena que trabajaba en una torre de vigilancia de incendios.
Por desgracia, todavía no tenía instalados los pararrayos.
La torre fue alcanzada en siete ocasiones por los rayos, pero Sullivan recibió el suyo cuando salió fuera a extinguir los incendios consecuencia de la tormenta eléctrica y los rayos.
¿El resultado? El rayo le quemó una franja de la pierna y le hizo un agujero en el pie, sangró mucho.
En 1969 estaba conduciendo un camión cuando una tormenta eléctrica se desencadenó.
Tenía la ventanilla abierta y recibió el impacto de uno de los rayos.
Normalmente, si vamos en un carro lo mejor es mantenerlo todo cerrado porque funciona como una jaula de Faraday, es decir, hace que descargue en el suelo y no en nosotros.
Tan solo un año después recibió un rayo en un día despejado en su propio jardín, salió despedido por los aires.
En 1972 se encontraba trabajando como guarda forestal en el Parque Nacional de Shenandoah.
En esta ocasión, tan solo se incendió su pelo y pensó que Dios estaba muy enfadado con él si no dejaba de enviarle rayos.
Un año después, las pesadillas con rayos ocupaban las noches de Sullivan. Y entonces volvió a pasar: un rayo atravesó su cuerpo.
Volvió a sobrevivir al rayo y las pesadillas cesaron, por lo que entendió que Dios le había perdonado.
Sin embargo, por muy creyente que fue el hombre, tardó solo tres años en darse cuenta de que su pesadilla volvería a hacerse realidad.
Y es que en 1976 sufrió el sexto impacto de un rayo y también sobrevivió a este suceso.
Un año más tarde, en 1977, Roy Sullivan recibió el último impacto de su vida de un rayo.
Este suceso tuvo lugar cuando el hombre fue a pescar.
Su pelo se volvió a prender, como en varias ocasiones anteriormente, pero también le quemó el pecho y el estómago.
Mientras volvía de camino a su auto para ir a Urgencias, Sullivan se encontró con un oso.
Aquella fue la vez número 22 que tuvo que ahuyentar a uno de ellos y lo hizo golpeándole con un palo al oso.
Aquel, probablemente, fue uno de sus peores días: un rayo y un oso le atacaron con poca diferencia de tiempo.
«Las probabilidades de ser alcanzado por un rayo en Estados Unidos en un año determinado son de 1/1,2 millones«, indican en IFL Science.
«Y la probabilidad es 1/15.300 a lo largo de la vida, suponiendo que se llegue a los 80 años», según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
En definitiva, que le caiga un rayo es poco probable.
Sin embargo, hay que recordar las circunstancias de Sullivan. Y es que el hombre trabaja al aire libre.
Es decir, las probabilidades aumentan cuanto más tiempo pasa al aire libre.
Es por eso que el trabajar de guarda forestal sumó muchos puntos para que Sullivan se convirtiera en el hombre que ha sobrevivido a más rayos.
Las personas que reciben el impacto de un rayo tienen un 10% de probabilidades de morir, según explica el Manual MSD.
«Las quemaduras pueden afectar a la piel y, a veces, a los tejidos internos.
La duración breve de la exposición, con frecuencia limita la lesión a la capa exterior de la piel», añaden.
Los fallecimientos por causa de los rayos pueden ser por las quemaduras que producen los rayos o porque el corazón se detenga.
Una descarga eléctrica, como las de los rayos, puede parar el corazón.
De hecho, a las personas a las que les ha caído un rayo y han sobrevivido, se les suele hacer un electrocardiograma.
En definitiva, se puede sobrevivir a un rayo y Sullivan dio buena cuenta de ello.
Su mala suerte, en realidad, se debe más a que pasaba mucho tiempo fuera de casa.
Por suerte, los últimos años de su vida parece que no tuvo que convivir con ningún otro problema relacionado con los rayos.
Fuente: Hipertextual
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