El muñeco de nieve más pequeño del mundo no está hecho de hielo. En realidad está hecho de silicio. Y no se puede ver a simple vista. Ni tan siquiera con un microscopio normal.
La única manera de poder observar esta curiosa y delicada escultura es mediante un microscopio de barrido electrónico.
Un dispositivo especial capaz de “escanear” una superficie bombardeándola con electrones.
El muñeco de nieve más pequeño del mundo mide apenas tres micrómetros.
Los micrómetros corresponden a una milésima parte de un milímetro, una unidad de medida un millón de veces más pequeña que un metro.
Las miofibrillas, moléculas que se entrelazan para formar parte de nuestro músculo, son de ese tamaño.
Es decir, este hombrecillo mide casi tanto como algunas moléculas grandes.
Se encuentra entre los objetos más pequeños del mundo. De hecho, probablemente sea uno de los objetos esculpidos por el hombre más pequeños del mundo.
Los autores de esta obra son los investigadores de la Western Nanofabrication Facility, un laboratorio de asistencia nanotecnológica de Canadá.
Para poder fabricar el muñeco de nieve más pequeño del mundo, los autores emplearon tres bolas de silicio de 0,9 micrómetros, una sobre la otra.
Los bracitos de este diminuto hombre, así como su nariz, están hechos con platino esculpido.
Pero, ¿cómo se talla algo tan pequeño? El truco está en usar una técnica llamada nanolitografía.
Esta emplea distintas maneras de unir o cortar partículas cuyas dimensiones son casi del tamaño de átomos individuales.
Por ejemplo, se puede esculpir un material mediante un rayo de electrones, que es la técnica más común.
O se pueden emplear partículas cargadas para construir una figura de alta definición a tamaños minúsculos.
También pueden esculpirse usando luz ultravioleta de alta intensidad.
En el caso de nuestro muñeco de nieve más pequeño del mundo, los electrones han fundido las tres bolas de silicio, así como el resto de las formas que adornan la figura, como si de un martillo y un cincel se tratasen.
Balloning in Modern Times Modern hot air balloons with an onboard heat source were pioneered by Ed Yost in the second half of viagra active the 20th century? It was only towards the end of 2009, Nikolaenko’s botnet was halted by FireEye, a network security and webhosting company that convinced United States-based internet service providers to help shut down “Mega-D” command and control computers. If any negligence happens during consumption then this may develop various threatening like headaches, stomach pain, tiredness, dizziness, cough, sinus, swelling, anxieties, depression, behavior change or muscle weakness. buy levitra in usa It is important to understand about impotency in the context order generic levitra of women. Until now it was thought that tea http://www.slovak-republic.org/itinerary/best-of-east-slovakia/ cialis low cost was highest in antioxidants but researchers have now discovered that of all the foods high in antioxidants, chocolate is the highest. La nanolitografía es una técnica ahora bien conocida por los expertos, que la usan principalmente en cuestiones de microelectrónica, para plantar patrones a escala nanométrica o micrométrica.
Gracias a estas técnicas hemos podido desarrollar cosas como los nanotransistores, o el computador más pequeño del mundo.
Pero además de sus aplicaciones prácticas, la nanolitografía, tiene también otro lado distinto. Más artístico.
Hay quien entiende la belleza de hacer algo tan pequeño que no se puede ver a simple vista, aunque mereciera la pena contemplarlo.
Y es que el muñeco de nieve más pequeño del mundo no es la única microestructura.
El artista El artista Jonty Hurwitz es ya famoso por sus nano esculturas. Pequeñas piezas que caben, literalmente, en el ojo de una aguja, por ejemplo.
Sus obras, aunque no tan pequeñas como el muñeco de nieve de Ontario, son minúsculas. Y muy bellas. Por ejemplo, la escultura de Cupido y Psique, una versión nanométrica de la obra de Antonio Canova, cabe en “la ceja” de una hormiga.
Una de sus última obras es el “Gigante Frágil”, una pieza reivindicativa que denuncia la muerte de más de 100.000 elefantes en África a mano de los cazadores furtivos.
La figura espectacular del elefante, con una resolución asombrosa, mide apenas 0,157 mm, es decir, unas 54 veces más grande que el muñeco de nieve. Esto puede parecer poco, pero hablamos de escalas prácticamente invisibles.
Además de las esculturas, Hurwitz también ha participado en composiciones visuales y videos donde sus figuras son las protagonistas.
Y todo gracias, como decíamos, a potentes microscopios especiales capaces de grabar lo invisible.
Con las imágenes tomadas se realiza posteriormente el montaje.
Todavía no existe un vídeo capaz de grabar en directo semejantes tamaños. Al menos no de la manera “tradicional” que conocemos.
Pero nos vamos acercando. Poco a poco, paso a paso, estamos cada vez más cerca de trabajar con comodidad en escalas imposibles gracias a nuevas técnicas y mayor conocimiento.
Fuente: Hipertextual