Diseñado por un estudiante británico de 23 años, está impreso en 3D, mejorando el modelo anterior.

Sam Rogers tiene solo 23 años. Cursa su último año universitario en Diseño en la Universidad de Loughborough, donde ha impreso el traje más rápido jamás creado, tal y como ha mostrado en la Exposición Anual de Diseño que organiza el centro educativo.

El joven trabaja en impresión 3D en la popular compañía Gravity Industries, una empresa británica de innovación aeronáutica que se dedica a la investigación para conseguir que el ser humano vuele a través de sus particulares trajes.

Bajo esta filosofía, Rogers se ha valido de la tecnología de impresión en 3D para crear su nuevo traje basándose en el primero que ideó Richard Browning, el fundador de Gravity Industries.

La nueva versión ha sido mejorada.

Está impreso en aluminio, nailon y acero e incorpora canales de aire que lo hacen más liviano, fresco y eficiente.

También cuenta con cinco motores (dos en cada brazo y uno en la espalda) que propulsan al ser humano quemando queroseno para que pueda volar, controlando en todo momento este particular viaje con los controles ubicados dentro de las empuñaduras.

En 2017, la versión anterior estableció el récord mundial para el traje más rápido al conseguir 51,53 km/h.

El traje del joven ha conseguido volar a más de 80 km/h y tiene una potencia de 1000 CV.

«Cinco motores que propulsan y rodean a a tu cuerpo proporciona una experiencia muy intensa», aseguró Sam, que insiste en la necesidad de «aprender a equilibrar, controlar y volar» con este particular traje.

Ha sido ideado para volar desde una plataforma de lanzamiento hasta un punto concreto de aterrizaje, independientemente de sobrevolar tierra o agua, con un límite de altitud de 3.000 metros.

«Se probaron varias versiones del traje. Y las turbinas en los brazos y la espalda eran la configuración óptima», explica el joven.

«Lo rediseñé para que fuera completamente impreso en 3D en aluminio, acero y nailon, lo que redujo el tiempo y el costo de su fabricación».

Andrew Johnson, profesor de Diseño de Producto, declaró:

«Este proyecto es una excelente manera de resaltar que la fabricación aditiva desempeña un papel cada vez más importante en el diseño y la fabricación de prototipos y productos de uso final».

El nuevo traje será el traje de carreras de Gravity Industries.

Y es que la compañía está creando una nueva liga deportiva destinada a competir, como el campeonato Red Bull Air Race.

Gravity vende sus trajes de baño. Esta nueva versión cuesta 340.000 libras (379.000 euros).

Fuente: ABC

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