Investigadores de la Universidad de Oxford realizaron recientemente un estudio en el que presentaron a 297 participantes imágenes de alimentos generados por IA junto a sus homólogos de la vida real.
Estas imágenes consistían en una variedad de alimentos naturales, procesados y ultraprocesados, desde tartas hasta patatas fritas.
Cuando los 297 participantes no conocían el proceso de creación de imágenes, la versión generada por IA fue calificada consistentemente como significativamente más apetitosa que la imagen de comida real.
Lo que podría sorprender es que cuando al mismo grupo se le dijo cómo se había creado cada imagen, ya sea mediante fotografía o inteligencia artificial, tendieron a calificar ambas versiones como igualmente atractivas.
“Si bien las imágenes generadas por IA pueden ofrecer oportunidades de ahorro de costos para los especialistas en marketing y la industria al reducir el costo de encargar sesiones fotográficas de alimentos, estos hallazgos resaltan los riesgos potenciales asociados con la exacerbación del ‘hambre visual’ entre los consumidores: el fenómeno en el que ver imágenes de alimentos desencadena el apetito.
“Esto podría potencialmente influir en conductas alimentarias poco saludables o fomentar expectativas poco realistas sobre los alimentos entre los consumidores“, dijo Charles Spence, supervisor del estudio y profesor coautor.
Fuente: National Post