La industria petroquímica produce más de 88 millones de toneladas de polietileno, lo que lo convierte en el plástico más común del mundo.

Científicos han encontrado una nueva forma de reciclarlo.

Podría ayudar a lidiar con la creciente crisis de contaminación plástica.

El polietileno viene en varias formas diferentes y se usa en todo, desde bolsas de plástico y empaques de alimentos hasta aislamiento eléctrico y tuberías industriales.

Dado que es tan común y nuestro sistema de reciclaje está tan dañado, terminamos tirando un montón de cosas.

Puede terminar en vertederos o en el océano donde se descompone muy lentamente, o quemarse en incineradores de desechos que emiten sustancias químicas tóxicas.

Pero en el nuevo estudio, los autores encontraron una manera de acelerar el proceso de descomposición del polietileno y convertirlo en moléculas alquilaromáticas, que se utilizan como surfactantes en cosméticos y detergentes para ropa, lubricantes para maquinaria y fluidos de refrigeración.

“A nivel mundial, hoy es un mercado de US$ 9 mil millones“, dijo Susannah Scott, ingeniera química de la Universidad de California en Santa Bárbara, coautora del estudio, en referencia a las moléculas alquilaromáticas.

“Aquí hay valor económico y escala“.

Esta no es la primera vez que los científicos han descubierto cómo descomponer el polietileno; existen otros métodos para reciclar químicamente el material.

Pero los métodos convencionales para descomponer el plástico requieren calentarlo a temperaturas entre 500 y 1000 grados Celsius y usar solventes o hidrógeno agregado para acelerar el proceso.

Por el contrario, el nuevo método de los autores solo requiere calentarlo hasta alrededor de 300 grados Celsius y no usa solventes ni hidrógeno agregado, sino que se basa solo en un catalizador comparativamente suave de platino con óxido de aluminio.

Su proceso ayudó a desmontar los polímeros del plástico de una manera menos tosca, lo que les permitió extraer las valiosas moléculas alquilaromáticas intactas.

Scott dijo que el catalizador funciona para “cortar los enlaces que sostienen la cadena del polímero en pedazos más pequeños“, convirtiendo finalmente el plástico sólido en un líquido del que pueden extraer los valiosos productos químicos.

El nuevo proceso de los autores consume mucha menos energía que otros medios para descomponer el polietileno.

Esas son buenas noticias para el medio ambiente.

También es más barato, lo que es una buena noticia para las empresas que quieran escalarlo.

La técnica aún no está lista para ese escalamiento, pero el descubrimiento podría eventualmente usarse para dar a los plásticos una nueva vida como materias primas valiosas en lugar de como desechos contaminantes.

“Cavamos un hoyo en el suelo, producimos, hacemos, usamos, tiramos“, dijo Mahdi Abu-Omar, ingeniero químico de la Universidad de California en Santa Bárbara, coautor del estudio, en un comunicado.

“Entonces, en cierto modo, esto realmente está rompiendo esa forma de pensar.

Hay ciencia interesante por hacer aquí que nos llevará a nuevos descubrimientos, nuevos paradigmas y nuevas formas de hacer química“.

Fuente: Gizmodo

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