Enseñan a inteligencia artificial a tener miedo, para que sea mejor conductor de automóvil

Las computadoras pueden dominar algunas tareas, como jugar un juego de Go, a través de prueba y error.

Pero lo que funciona para un juego no funciona para tareas riesgosas en el mundo real, como conducir un auto, donde “perder” puede implicar una colisión de alta velocidad.

Para conducir de manera segura, los humanos tienen un sistema de retroalimentación exquisito: nuestra respuesta de lucha o huida, en la que las reacciones fisiológicas, como el ritmo cardíaco rápido y las palmas sudorosas, indican “miedo” y nos mantienen alerta y, en teoría, sin problemas.

Ahora, los investigadores de Microsoft están brindando a los programas de inteligencia artificial (IA) un análogo aproximado de la ansiedad para ayudarlos a sentir cuándo están aprovechando su suerte.

Los científicos colocaron sensores en los dedos de las personas para registrar la amplitud del pulso mientras estaban en un simulador de conducción, como una medida de la excitación.

Un algoritmo utilizó esas grabaciones (80 minutos divididos entre cuatro personas) para aprender a predecir la amplitud del pulso de una persona promedio en cada momento del curso.

Luego usó esas señales de “miedo” como una guía mientras aprendía a conducir a través del mundo virtual: si un humano se asustara aquí, podría pensar: “Estoy haciendo algo mal”.

La inteligencia artificial usando este método aún tenía que estrellarse para aprender habilidades de conducción segura, pero requirió un 25% menos de choques para alcanzar el mismo nivel de rendimiento que una IA no temerosa, informaron los investigadores.

Los investigadores se preguntaron si este tipo de excitación era solo por la aproximación en distancia a las paredes, por lo que entrenaron a otra IA para conducir utilizando la proximidad de la pared en lugar del miedo.

Pero el miedo resultó ser más útil, probablemente porque codifica un conjunto más rico de expectativas, incluida la sensación de volverse demasiado rápido, según el documento.

Las emociones ayudan a los seres humanos a aprender y tomar decisiones, y los investigadores dicen que este documento es una prueba de concepto de que las respuestas de las IA de manera visceral pueden acercar sus habilidades a las nuestras.

También sugiere otra aplicación: entrenar vehículos autónomos para evitar conducir de una manera que incomode a los pasajeros o se enfermen, incluso si es seguro.

Fuente: Science Mag